Más allá de la cancha, Carlos Alcaraz demostró su espíritu deportivo. ¡Entérate cómo celebró la victoria de la Roja en la Eurocopa!
Por Arantza Miró Quesada
Carlos Alcaraz no solo conquistó Wimbledon, sino que también se llevó todos los aplausos durante la celebración de su victoria. El joven tenista español disfrutó de una noche especial en Londres, marcada por el glamour, la emoción del fútbol y un baile que será recordado por todos los que asistieron.
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El tenista no quiso perderse la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra. Los organizadores del torneo, al tener en cuenta su pasión por el fútbol, retrasaron por primera vez en la historia del torneo la Cena de Campeones, para permitirle ver el partido junto a su familia.
Una vez finalizado el partido, Carlos Alcaraz dejó atrás su ropa deportiva y se puso un terno elegante con una corbata de moño de Louis Vuitton, marca de la que es embajador. Fue recibido con honores en el lujoso Raffles London en el The OWO Hotel, un lugar emblemático ubicado en Whitehall, justo enfrente del Horse Guards. “Habrá que celebrar, ¿no?”, escribió Charly en sus redes sociales, reflejando el espíritu festivo de la noche.
El tenista en la Cena de Campeones de Wimbledon.
El hotel se llenó de estrellas, no solo del deporte, sino también del entretenimiento. Entre los invitados más destacados se encontraban Zendaya, Tom Cruise, Julia Roberts, Robin Wright, Naomi Campbell, Grace Jones, Benedict Cumberbatch con Sophie Hunter, Greta Gerwig y Courteney Cox. Todos ellos, testigos del talento y la humildad de Alcaraz, disfrutaron de una velada inolvidable.
Alcaraz recupera el tradicional baile
Durante la cena, en la que tradicionalmente no se permiten fotos con los invitados, Alcaraz conquistó nuevamente a la audiencia con su carisma. En un gesto espontáneo, Alcaraz invitó a bailar a Barbora Krejcikova, la ganadora del torneo femenino, al ritmo de «Dance the Night» de Dua Lipa. Este baile improvisado, lleno de vueltas y risas, fue un homenaje a la tradición casi olvidada del baile de los campeones, que no se veía desde que Novak Djokovic y Serena Williams bailaron juntos en 2015.
“Me he sentido diferente al año pasado. Antes del partido estaba mucho más calmado, he hecho un calentamiento realmente bueno y hasta una hora de empezar a jugar estaba realmente tranquilo. Eso me ha ido muy bien», comentó Alcaraz tras levantar el trofeo. Con la humildad que lo caracteriza, añadió: “He visto o he leído todos esos récords, todas esas estadísticas, pero intento no pensar mucho en eso. Es un gran inicio en mi carrera, pero quiero seguir creciendo. ¿Dónde está mi límite? No quiero pensarlo, la verdad”.
Este lunes, después de la foto tradicional con el trofeo de Wimbledon, Alcaraz regresará a España para celebrar su triunfo. Primero en Madrid, donde se unirá a la celebración de la Selección Española en Cibeles a partir de las 20 horas, y luego en su casa en Murcia, donde descansará unos días antes de prepararse para los Juegos Olímpicos de París.
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