La hermana menor de Kate Middleton, quien acaba de dar a luz a su tercer hijo, anuncia que está embarazada por primera vez.
Las noticias de la familia real británica no paran de llegar. Justo mientras Kate Middleton estaba dando a luz a su tercer hijo, cuyo nombre aun no conocemos, su hermana menor, Pippa, anunciaba que está esperando a su primer bebé, fruto del matrimonio con el empresario inglés James Matthews. Pippa y Matthews se casaron hace poco más de un año en una gran ceremonia que la prensa británica calificó de “casi real”.
Según The Sun, Pippa Middleton habría dado la noticia a sus familiares y amigos más cercanos después de la ecografía que tuvo lugar en la semana doce del embarazo, con lo que podemos esperar que los Matthews-Middleton den la bienvenida a su primer bebé en octubre. Según el tabloide inglés, la pareja está “rebosante de alegría”, mientras que Kate “no podría estar más encantada” con la noticia, ya que se convertirá en tía por primera vez.
Pero no todas son buenas noticias para Pippa y su marido, ya que hace algunos días el padre de James, David Matthews, fue detenido en el aeropuerto de Orly, en París, por una acusación de abuso sexual que habría cometido entre los años 1998 y 1999. Matthews estuvo detenido por cuarenta y ocho horas en París y salió en libertad bajo fianza mientras se lleva a cabo la investigación.
Según las denuncias, el millonario empresario habría violado a una menor en su residencia en la isla caribeña de San Bartolomé, siendo, según The Sun, “una persona con autoridad sobre la víctima”. Medios británicos sostienen que se trataría de una de sus sobrinas, aunque no hay forma, por el momento, de confirmar dichas sospechas. David Matthews amasa una fortuna de cuarenta millones de dólares, producto de sus negocios mineros, y, tras el matrimonio de su hijo y Pippa, se ha convertido en un personaje habitual de los tabloides del Reino Unido.
La familia Matthews ha negado todas las acusaciones en un comunicado publicado en los primeros días de abril, tachando las denuncias de “categóricamente falsas y escandalosas”. El caso está en manos de la justicia francesa.