Una mesa de dulces perfecta para cualquier celebración infantil con un toque artesanal, elegante y delicioso

Por: María Jesús Sarca Antonio

Sabina de Szyszlo, chef pastelera y nieta del reconocido artista Fernando de Szyszlo, dedicó su talento para crear deliciosos dulce y visualmente impactantes. Desde su pastelería, La Dulciteca, nos comparte sus secretos para lograr una mesa de dulces, con temática infantil, que deje a todos con la boca abierta.

Sabina de Szyszlo prepara sus mesas de dulces con el deseo de ofrecer experiencias únicas en cada fiesta.

Bocaditos para todos los gustos

Al momento de organizar una mesa de dulces para un cumpleaños infantil, Sabina de Szyszlo prefiere siempre optar por lo artesanal. Como explica: «Me encanta incluir los clásicos de toda la vida, como alfajores, bolitas de manjar, manás y merenguitos, pero también busco innovar para añadir un toque elegante, sin importar que sea para niños«.

Mini pie de limón y mini tartaletas con crema pastelera y frutos rojos.

Para un evento tan especial como un cumpleaños infantil, los postres en formato bocadito se convierten en la opción ideal. Sabina lo sabe bien y por eso elige ofrecer una variedad de mini postres que sorprendan tanto por su sabor como por su presentación. En una de sus mesas recientes, incluyó «mini New York cheesecakes, mini milhojas de manjar y crema pastelera, mini profiteroles con crema de caramelo, mini pies de limón y mini tartaletas de frutos rojos«.

Mini New York cheesecake y profiteroles con crema pastelera de caramelo.

Uno de los grandes favoritos, y que no puede faltar en sus mesas, es el «barquito de Nutella», una pequeña tartita ovalada con un generoso relleno del dulce de avellanas. Este postre ganó popularidad por su sencillez y el sabor irresistible de su relleno.

Barquitos de Nutella.

Cakepops y galletas decoradas

Siguiendo la temática de cada fiesta, Sabina incorpora detalles creativos que se adaptan al gusto y la imaginación de los niños. Para la celebración más reciente, la temática fue «gatitos y la pastelería», y los cakepops fueron los protagonistas.

Mini milhojas con crema pastelera y manjar.

Sabina diseñó estos pequeños pastelitos en forma de gato y, como ella misma describe, «los cakepops, hechos de brownie cubierto en chocolate, son ideales para celebraciones infantiles: son decorativos y se pueden adaptar a cualquier temática».

Cakepops con diseños de fresas.

No menos impresionantes son las galletas decoradas pintadas a mano, que siempre encantan por su detalle artístico y versatilidad, una opción perfecta para personalizar aún más la fiesta.

Galletas pintadas a mano por Sabina.

Torres de dulces

Las torres de dulces son otro de los elementos que Sabina incorpora a sus mesas para darles ese toque extra de sofisticación y juego visual: «Las torres de madeleines, con su suave toque de limón, son siempre un éxito entre los invitados».

Torre de Madeleines.

«Las torres de macarons, por su parte, terminan siendo un deleite tanto para niños como para adultos», nos cuenta Sabina. Además de estos, es posible ver torres de profiteroles, merenguitos o una mezcla de otros dulces como donuts y mini muffins, todos cuidadosamente presentados para sorprender y encantar.

Torre de Macarons en formato de cilindro con los dulces colocados como abanico.

La torta, el centro de la celebración

Por supuesto, la torta sigue siendo la estrella en cualquier fiesta, y Sabina se asegura de que sea única. «Disfruto creando diseños únicos y exclusivos para cada cliente», nos dice la dueña de La Dulciteca. Cada torta es una obra de arte, pensada para captar la esencia del evento y para que los invitados disfruten del sabor y de su increíble estética.

A menudo inicio el proceso creativo con ilustraciones o inspirándome en las invitaciones de la celebración, lo que me permite desarrollar un diseño completamente personalizado», nos dice Sabina.

El toque final: flores naturales

Para completar una mesa de dulces verdaderamente impresionante, Sabina nunca olvida el toque final: las flores naturales. Este detalle simple pero efectivo convierte a cualquier mesa en un espectáculo visual y sensorial, creando el ambiente perfecto para cualquier celebración.

«Las flores son el detalle que añade frescura y elegancia, convirtiendo cada montaje en algo inolvidable», cuenta Sabina.

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