El tenista serbio ha abandonado su habitual residencia en Montecarlo para instalarse definitivamente en Costa del Sol. Mientras pasa el confinamiento junto a su familia y lejos de las canchas, Novak Djokovic aprovecha el tiempo para apoyar numerosas iniciativas solidarias.
Por Redacción COSAS
Sol, playa, una ciudad cosmopolita y excelentes pistas de tenis. Estos son algunos de los muchos factores que han hecho que uno de los mejores tenistas de la historia haya elegido Marbella como su nuevo hogar. El actual número 1 de la ATP vive allí el confinamiento, al lado de su esposa Jelena DJokovic y sus dos hijos.
Pero, ¿por qué su nueva ubicación llama tanto la atención de la prensa? En los últimos 15 años, Novak Djokovic jamás había pasado dos meses seguidos en el mismo sitio. Además, el que haya escogido Costa del Sol para pasar la cuarentena no es ninguna casualidad. En esta soleada y exclusiva zona reside su hermano Marko, a quien visita con frecuencia desde hace casi una década. Por otro lado, el club de tenis Puente Romano se ha convertido en el escenario de las más recientes vacaciones del destacado deportista. Sin duda, un remanso de paz al que ha regresado ahora que le ha tocado pasar una larga temporada en casa.
Atrás ha quedado su residencia en Mónaco, donde vivía su familia mientras él viaja por todo el mundo de torneo en torneo. En España ha encontrado el refugio ideal para escapar del coronavirus que ha paralizado su mejor arranque de temporada hasta la fecha. Al menos así lo confesó hace algunas semanas a la radio local: «Creo que en el futuro vendremos a vivir aquí».
Pero, ¿cómo es la nueva casa de los Djokovic?
De momento ningún medio ha precisado si es comprada o alquilada, no obstante, por lo que hemos podido ver a través de las redes sociales de la pareja, queda claro que es magnífica. Cuenta con un inmenso salón con piso de mármol blanco —típico de las villas en Marbella—, paredes del mismo color y un ventanal que da a una terraza.
El ambiente decorado con sofás de cuero igualmente blancos da paso a un comedor con capacidad para diez comensales. El jardín es otro de los rincones que los Djokovic nos han mostrado en Instagram. Con amplias áreas de césped y palmeras, este es el único espacio en el que el tenista puede distraerse con la raqueta sin temor a romper algún ornamento.
Otro detalle que llama la atención es el hall de entrada, que contrasta con la sobriedad del resto de la propiedad. El suelo, en forma de damero, convive con antiguos muebles y decorados de madera con acabado en oro.
En familia y solidario
En su nueva casa, Djokovic se ha animado a cambiar las raquetas por las sartenes. Hace solo unos días subió a sus redes sociales un vídeo jugando tenis con ellas en pleno salón y usando varios muebles como red. Otras muchas fotos tienen que ver con sus pequeños Stefan, de 6 años, y Tara, de 3.
«Estoy aprendiendo mucho estos días. Me estoy conociendo como padre y esposo a un nivel que no había tenido oportunidad durante los últimos años«, reveló en una conversación en Instagram con Andy Murray. Frente al tenista escocés también reconoció lo difícil que es hacer una pausa para reflexionar durante la temporada. Por eso, considera que está sacando algo positivo «en esta situación tan terrible».
En sus charlas virtuales con otros profesionales, Nole ha hablado de rivalidades, libros, lesiones, vino italiano, anécdotas e incluso el futuro de su disciplina deportiva. Muy respetado en su campo de acción, el tenista de 32 años ejerce desde hace buen tiempo como representante de su gremio en el Consejo de Jugadores. Ahora, desde su posición está impulsando la creación de un fondo económico para los tenistas más perjudicados por la suspensión del circuito. «Muchos de ellos están considerando dejar el tenis porque simplemente no pueden sobrevivir financieramente«, aseguraba en una carta dirigida al resto de compañeros.
Pero hay más. Djokovic compagina su labor profesional y el «tiempo de calidad» que pasa con sus seres queridos con una intensa agenda solidaria. Quienes lo conocen aseguran que su labor social es continua y que apenas se conoce una pequeña parte de todo lo que hace. Sin embargo, en los últimos días se supo que donó equipamiento sanitario a un hospital en Bérgamo (Italia). Asimismo, trascendió su participación en el proyecto Nuestra mejor victoria, impulsado por su colega Rafa Nadal y el basquetbolista Pau Gasol, y en la iniciativa All in Challenge, un sorteo cuyo premio consiste en una experiencia deportiva junto a él en Nueva York.
Además de esto, ha aportado un millón de euros en material médico a su país natal a través de la Fundación Novak Djokovic. La organización, dirigida actualmente por su esposa, fue creada en 2007 para fomentar la educación, y ha ayudado a crear 43 escuelas y apoyado a más de 20 mil menores. Solo podemos decir que la pandemia ha sacado a la luz el lado más humano del virtuoso tenista.
Fotos: @djokernole