Lavarse el pelo va más allá de una cuestión de limpieza: es la base del cuidado que este recibe. El brillo, el crecimiento e incluso el control del frizz dependerán de este paso rutinario perovital. Conversamos con Alejandro Scissors, estilista experto y líder de Loft Concept Salon, sobre errores comunes y recomendaciones para encontrar el shampoo y la rutina perfecta.
Limpieza…¿diaria?
«Si lavas tu pelo demasiado seguido, el shampoo no solo va a limpiar el exceso de grasa o la contaminación que se adhiere, sino que va a eliminar proteinas y la grasa esencial que protege además de dar brillo«, explica Alejandro. Pero, ¿cómo saber cuando es demasiado? El estilista apunta a dos factores clave. El primero, siempre hacer como te indique tu peluquero. Cada persona es diferente como lo es cada cuero cabelludo. Un experto te puede decir exactamente lo que necesita e incluso establecer una rutina a largo plazo.
Lo segundo es saber observar. Nadie va estar más atento a cada reacción de tu cabello como tú mismo. Mientras él recomienda generalmente lavar un día sí y un día no, también nos comenta que, según el pelo y estilo de vida, a veces se deben dejar pasar hasta 3 días antes del siguiente lavado. ¿Un tip extra? Mientras más tratamientos haya tenido el pelo (tintes, laciados, etc.) menos seguido se debe lavarlo.
Hot, hot
Es invierno, hace frío, y son relajantes, pero los baños y duchas calientes tienen que parar. «El agua caliente opaca el pelo y aumenta el friz, porque reseca y causa porosidad», indica el experto. En esta época y en una ciudad como Lima, por ejemplo, el lavado y el frizz están muy relacionados.
Como explica Alejandro, «la humedad puede tener un resultado similar a la decoloración, pues crea porosidad en el cabello sano«. Un baño caliente no solo hace al pelo más propenso a los efectos de la intensa humedad, sino que contribuye a crear la porosidad que desencadena el frizz.
¿Cuál es el indicado para tu pelo?
Mucha gente piensa que el shampoo es solo para lavar el pelo, y por lo tanto pone más cuidado en elegir ampollas, acondicionadores o cremas para peinar. Sin embargo, igual que con el rostro, el tipo de higiene será la base para cualquier otro tratamiento.
«Empieza por lo básico», dice Alejandro. «No sulfatos, no parabenos y no siliconas«. Suena complicado, pero basta con visitar cualquier peluquería para encontrar variedad de productos. El estilista recomienda la línea Living Proof . Para él lo importante es no invertir en productos superficiales, sino procurar que siempre sean parte de una tratamiento integral y sostenido.
Finalmente, elige un shampoo para tu tipo de pelo. Hay shampoos especiales para cabello tratado o teñido, así como para personas con exceso de grasa o cabello reseco. Recuerda que si tienes poco pelo o si es muy delgado, debes usar un shampoo suave.
Mucha paciencia
«Si tu acondicionador dice que lo dejes tres minutos, déjalo tres minutos«, afirma Alejandro guiándose por la regla más simple: las instrucciones existen por algo. Otra cosa a tomar en cuenta es no aplicar acondicionador ni otros productos similares a la raíz del cabello. Estos productos pueden engrasar el cuero cabelludo o incluso prevenir que este pueda recibir los tratamientos adecuados. Se deben aplicar a 10 cm de la raíz, simpre haciendo foto en las puntas.
«Existen acondicionadores que no necesitan enjuagarse después. Si no eres de los que esperan, simplemente se trata de encontrar el producto adecuado«, indica el estilista.