Recientemente, el chico con el que he estado saliendo durante los últimos seis meses me ha soltado el rollo de «no quiero una relación pero me encanta salir contigo». Lamentablemente no es la primera vez que me vienen con ese cuento y estoy harta de ser esa chica: la ex saliente inmediatamente antes de que el chico encuentre una novia seria y en algunos casos futura esposa. Siento que me tienen en un limbo esperando a que se decidan y cuando lo hacen no soy yo con quien se quedan. ¿Cómo puedo dejar de estar siempre en la «situationship» y pasar a estar en la «relationship»? S.O.S
Para empezar, déjame decirte que no estás sola. Este es un patrón de dating común para todas aquellas muchachas solteras entre los 25 y 35 que nos la hemos pasado saliendo con personas que necesitan algo más de tiempo o que no están dispuestos a dar el paso final. Hasta la mismísima Carrie Bradshaw salió con alguien que no estaba dispuesto a comprometerse con ella y mira que lo intentó ¡por 6 temporadas! Se la pasó incubando a Mr Big quien no quería una relación seria – aparentemente con ella- y casi se infarta cuando se lo encuentra con su nueva prometida de 25 años en una fiesta de playa en The Hamptons. ¿Por qué ella y no yo? no podía evitar preguntarse la famosa sexpert.
Es comprensible que te sientas frustrada y confundida por su actitud ambigua y poco clara hacia ti y hacia la relación que compartieron. Pero hay una cosa que es muy cierta, y es que en el amor, la compatibilidad es solo uno de los factores que importan al momento de decidir si dos personas terminan en una relación o no. Suena ridículo, pero es cierto. Lo ideal sería algo como «estamos los dos disponibles, nos gustamos ¿porque no lo intentamos?» Pero no necesariamente 1+1 siempre suma dos. Es un poco más complicado. Esa persona tiene que estar en el mismo nivel de disponibilidad emocional que tú. Y nos guste o no, la mayoría de veces nos encontramos cara a cara con una pésima intersección entre dos personas y sus respectivos tiempos. (Dato curioso: ¡La ley del timing es más caprichosa que la ley de Murphy!).
Los hombres son como los taxis
Una cosa que he aprendido de la experiencia, es que los hombres muchas veces son como los taxis, pueden estar manejando por años, ignorando pasajeros sin estar disponibles hasta que un día se levantan y deciden que es momento de asentarse, prenden su luz dispuestos a recibir pasajeros, y ¡listo! están dispuestos a completar el trayecto acompañados. Por ello, poder gozar del estatus de «in a relationship» no depende de algún esfuerzo sobrehumano de tu parte (créeme, por más que lo intentes no los vas a convencer de prender su luz) sino al hecho de que los chicos con los que salgas estén realmente disponibles emocionalmente. Me da la impresión de que probablemente te estés cruzando con chicos que aún no tienen la luz amarilla prendida, sin embargo te hacen sentir que si. (¡un pésimo dating decorum!)
Creo que un paso muy importante para dejar de estar siempre en la «situationship» y lograr una relación más seria y comprometida es tener claro qué es lo que quieres y lo que necesitas en una relación y estar dispuesta a no conformarte con menos. Si tu saliente de turno no está dispuesto a comprometerse contigo o no está buscando una relación seria, y tú sí lo estás, es hora de empezar a buscar a alguien que sí esté dispuesto a un compromiso y que tenga los mismos objetivos y expectativas que tú. Es importante que seas honesta contigo misma y con tu saliente sobre lo que sientes y lo que quieres. Si te sientes incómoda o frustrada por la situación actual, te sugiero que se lo comuniques claramente y que le des la oportunidad de responder de manera honesta y abierta. Si este chico no está dispuesto a escuchar tus necesidades, trabajar juntos para resolver cualquier problema y comprometerse contigo, entonces bye bye y ¡next! que pase el siguiente.
Finalmente, es importante que te tomes el tiempo necesario para reflexionar y pensar en lo que quieres para ti en una relación. Esto puede incluir tomarse un tiempo libre del dating y centrarse en otros aspectos de tu vida que te importan, como el trabajo o los amigos. A veces, tomarse un tiempo para reflexionar y centrarse en uno mismo puede ayudar a tener una perspectiva más clara de lo que se quiere y de lo que se necesita en una relación (total, tener bien limpio el parabrisas hace del trayecto uno más cómodo, seguro y placentero). De este modo, hablando del tránsito y sus luces, en lugar de andar preocupadas de si cogemos un taxi con la luz equivocada, le damos un poco de mantenimiento a nuestro semáforo interno así la próxima vez que tengamos un galán al frente sabremos si le damos luz verde, luz roja inmediatamente o encendemos precavidas la luz ámbar intermitente.
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