Es la carrera más importante del país. Incluso, se dice que hay un antes y un después en las trayectorias deportivas de los competidores que participan en ella. Caminos del Inca recorre ciudades de la costa y de los Andes peruanos, terrenos caracterizados por la dificultad de suelos que, en su mayoría, no se encuentran asfaltados; rutas que comprenden quebradas y montañas peligrosas, y bellos paisajes que implican un esfuerzo físico adicional por parte de los conductores: la capacidad de tolerar el clima y la altura de la Cordillera de los Andes, que, en algunos tramos, supera los 4000 metros de altura.

El rally recorre Lima, Huancayo, Ayacucho, Cusco y Arequipa, y, desde este año, también Puno.

El rally recorre Lima, Huancayo, Ayacucho, Cusco y Arequipa, y, desde este año, también Puno.

A pesar de todo lo que representa ser parte de este reto, son muchos los pilotos que han apostado por la victoria en cada una de sus ediciones. Ellos son los principales protagonistas de esta historia.

TRAZANDO EL MAPA

Era 1963 cuando la carrera del “Gran Premio Argentino” anunció su desaparición, y Henry Bradley, legendario piloto peruano que acababa de regresar de ella, no entendía por qué el Perú no contaba con una competencia automovilística similar. Bradley transmitió esa inquietud a su amigo Román “Nicky” Alzamora, director del Automóvil Club Peruano, y ambos se propusieron diseñar la ruta peruana: una competencia que vio la luz tres años después y que significó seis grandes triunfos para Bradley.

“Mi padre fue el que aprobó la primera ruta”, cuenta Juan Dibós. Hijo del recordado Eduardo Chachi’ Dibós, Juan creció en una familia rodeada de “fierros” y participó en varias ediciones de Caminos del Inca junto a su hermano, Eduardo “Chachito” Dibós, quien ganó en tres ocasiones (2000, 2001 y 2002).

Mico Tudela y Jorge Koechlin, en entrevista con Lucho Izusqui.

Mico Tudela y Jorge Koechlin, en entrevista con Lucho Izusqui.

Juan, que empezó como auxiliar mecánico de la carrera que hoy organiza, conserva recuerdos imborrables. “En una oportunidad trabajé como auxiliar de Bradley y de mi hermano. Viajé durante la noche y los esperé por la mañana.
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Tras varias horas buscándolos, me di cuenta de que me encontraba en la ciudad equivocada”, recuerda. “¡Y ellos tuvieron que buscar gasolina por todas partes para llegar a la siguiente ciudad!”.

Al igual que Juan Dibós, Jorge Koechlin también lleva los autos en la sangre. Según el piloto, que estudió en la escuela de manejo Bob Bondurant, en Arizona –siguiendo la recomendación de Henry Bradley–, Caminos del Inca no tiene punto de comparación con ninguna otra carrera del mundo. “Tenía 35 años y había corrido la Fórmula 1 (se refiere al Campeonato Británico de Fórmula 1), pero mi verdadero sueño era ganar Caminos del Inca”, confiesa.

Eduardo ‘Chachi’ Dibós fue presidente del Automóvil Club Peruano.

Eduardo ‘Chachi’ Dibós fue presidente del Automóvil Club Peruano.

Jorge, que logró llevarse la victoria en 1985, revela que lo más especial del rally es que abre un camino nuevo en suelo peruano. “Es indescriptible estar en medio de la sierra y observar a las familias que van bajando por los andenes mientras vas manejando por la ruta”, describe. “Ser el primer auto que pasa por un pueblo es estremecedor; manejas a 200 kilómetros por hora en un camino de tierra con baches, y aun así logras conectarte con las personas”.

Tanto Jorge Koechlin como Juan Dibós coinciden en que el siguiente paso de Caminos del Inca debería ser la internacionalización: convocar a reconocidos pilotos extranjeros y captar una mayor atención de los medios internacionales. “Si bien Caminos del Inca es una carrera emblemática, aún no tiene el debido retorno mediático”, reflexiona Jorge.

CINCO DÉCADAS DE TRADICIÓN

El “Gran Premio Nacional de Carretera Caminos del Inca” encendió los motores en 1966, y Luis Alayza –presidente del Automóvil Club Peruano y ganador de tres ediciones del rally– recuerda perfectamente la primera vez que la competencia llevó a los pilotos por las ciudades de Lima, Huancayo, Ayacucho, Cusco y Arequipa. Por aquel entonces, Luis aún se encontraba en las aulas del colegio –en el distrito de Chaclacayo–; desde allí escuchó el motor de los carros que iban acelerando por la Carretera Central. Uno de ellos fue el del piloto Luis Alvarado, hijo del mítico Arnaldo. “En un momento, su auto dejó de escucharse. Ese silencio solo podía significar algo: el primer accidente de la carrera”. Alvarado cayó del puente Los Ángeles, pero felizmente sobrevivió.

El seis veces campeón Henry Bradley manejó diversas gamas de Toyota a lo largo de Caminos del Inca.

El seis veces campeón Henry Bradley manejó diversas gamas de Toyota a lo largo de Caminos del Inca.

Sin embargo, los años dorados del rally que Luis Alayza realmente vivió fueron los ochenta. “1981 fue espectacular. No creo que faltara ninguno de los mejores pilotos de la época en esa edición de Caminos del Inca: Bradley, Bentín, Orlandini, Koechlin, Dibós…”.
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Pero los tres años posteriores la competencia tuvo que ser cancelada. “Recorríamos pueblos sin luz o servicios, y el camino era bastante solitario”, explica Luis. “El terrorismo representaba un doble riesgo para nosotros”.
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Durante los años que no se realizó Caminos del Inca, el expresidente del Perú, Fernando Belaunde Terry, organizó la competencia “Marginal de la Selva” en honor a la carretera que acababa de inaugurar. Esa fue la única vez que un presidente de la República formó parte de la clausura oficial… hasta este 2016, año en que el presidente Pedro Pablo Kuczynski ha confirmado su presencia en la llegada oficial del rally al Centro Comercial Plaza Lima Sur, en Chorrillos.

Con su emblemático Nissan Silvia, Raúl Orlandini se coronó campeón del torneo en tres oportunidades (1991, 1992 y 1993).

Con su emblemático Nissan Silvia, Raúl Orlandini se coronó campeón del torneo en tres oportunidades (1991, 1992 y 1993).

Pero cincuenta años de historia no solo se traducen en la presencia de un presidente. En Caminos del Inca también se aprecian en el aumento de la ruta (este año recorrerá la ciudad de Puno por primera vez), y en el incremento de participantes (hasta la fecha, 98 competidores han cerrado la lista oficial del certamen, que se realizará del 22 al 30 de octubre). Larga vida a la carrera más querida por los “fierreros” peruanos.

Por María Alejandra López

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