Porque yo creo en ti: los hinchas que viajan por amor a la selección

Adrián Cabrejo:

«Fueron los dos años más maravillosos de mi vida», dice Adrián, sobre los últimos años en los que acompañó a la selección peruana durante las eliminatorias en Colombia, Brasil, Uruguay, Bolivia, Chile, Paraguay, Venezuela, Ecuador y Argentina. Adrián, que se gradúo como periodista y se especializó en periodismo deportivo, no pudo seguir a la selección en la Copa América 2015 por sus clases en la universidad y se fijó el propósito de acompañarlos en todos los partidos antes de Rusia 2018.

El destino quiso que juguemos ante Nueva Zelanda exactamente un año después de ese inolvidable 1-4 en Asunción. Hoy toca verlo de lejos y jode, pero nunca olvidemos que #JuntosPodemos.

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 «Sacrifiqué muchas cosas. Casi todo el dinero que ganaba iba destinado a los viajes. Dejé de salir con mis amigos para no gastar en cervezas o en comida. Al final valió la pena porque conocí amigos que se convirtieron en hermanos», confiesa.

Como dicen los argentinos: cuando me muera no quiero nada de flores, yo quiero un trapo que tenga estos colores. ??

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El hincha ya tiene su postura sobre el partido de hoy. «Creo que estamos en capacidad de ganar el partido. Nueva Zelanda es una selección inferior en cuanto a calidad de jugadores. Se agrupan bien atrás y Perú tiene que buscar la forma de penetrar esa muralla, pero confío en que Gareca dará con la clave para conseguirlo. Ganamos 2-0», señala. Si Perú llega al mundial, Adrián no planea dejar la oportunidad de ver a la selección en vivo y en directo, y desde ya viene explorando distintas rutas para llegar a Rusia de forma económica. «Cantar el himno de mi país en un Mundial es el sueño de mi vida».

Los dos años más maravillosos de mi vida. Dos años gastando hasta lo que no tenía para pagarme estos nueve viajes. Dos años en los que conocí nueve grandes países, en los que hice amigos que se convirtieron en hermanos. Dos años en los que me comí jodas, en los que derramé demasiadas lágrimas por triunfos históricos en Asunción y en Quito. Dos años que no olvidaré nunca. No sé lo que vaya a pasar en Lima contra Colombia pero todo esto valió la pena. Gracias mamá y gracias papá por apoyarme siempre en toda esta locura. Ahora, como dice mi vieja, toca ponerse a trabajar en serio porque dos años viviendo de freelos fueron suficientes. Te amo Perú, gracias por hacerme vivir todo esto.

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