«Perú es un mercado en el que hay mucho por hacer en cuanto a diseño industrial», comenta Domingo Seminario, director de la flamante carrera de Diseño Industrial de la UPC.
Por Redacción COSAS
Para Domingo Seminario, director de la nueva carrera de Diseño Industrial de la UPC, el diseño industrial consiste, principalmente, en mejorar la calidad de vida de las personas. Además, considera que la empatía y la curiosidad son cualidades claves para todo diseñador industrial.
“El diseñador industrial tiene que tener la capacidad de entender exactamente el problema o la necesidad que está solucionando, y si las cosas que ya existen están hechas de la mejor manera posible o se pueden mejorar. Esa curiosidad por plantear mejores soluciones de lo que ya existe es una característica que el diseñador industrial debe tener”, opina Domingo.
Pero, ¿qué hace exactamente un diseñador industrial? La respuesta más obvia apunta a satisfacer las necesidades de los usuarios a través del diseño de objetos, productos, dispositivos y servicios, tomando en cuenta el aspecto estético, la funcionalidad y también la factibilidad para producirlos.
Pero, hoy en día, el diseño industrial está más ligado que nunca a la tecnología y, con el avance de esta, el perfil del diseñador industrial está también en constante evolución.
“Una de las cosas interesantes de la carrera es que nunca se detiene. La tecnología avanza de tal manera que modifica lo que hacemos y cómo lo hacemos”, acota el director.
Por eso, la UPC se ha preocupado por brindar a su alumnado los equipos y la tecnología necesarios para una experiencia realmente inmersiva, a través del desarrollo de proyectos desde el primer año de carrera. Cuentan con un Fablab, un espacio que comparten los alumnos de las facultades de Diseño e Ingeniería, y donde pueden crear y producir prototipos, con la ayuda de impresoras 3D, brazos robóticos, cortadoras CNC entre otras herramientas. Además, contarán con un laboratorio diseñado exclusivamente para los alumnos de Diseño Industrial, en donde podrán explorar con distintos materiales como la arcilla, el plástico, la madera, el metal, entre otros.
“También contamos con herramientas de realidad virtual y realidad aumentada”, comenta Domingo. “Ambas se aplicarán en los talleres de la carrera para visualizar los objetos que vamos a diseñar y hacer pruebas en los prototipos. La tecnología en esta carrera es sumamente importante, porque te permite tomar decisiones en base a datos, en vez de hacerlo solo intuitivamente”.
La voz de los alumnos
El panorama nacional también es particularmente alentador. Perú no solo tiene mucho que ofrecer, sino que el mercado del diseño industrial tiene mucho potencial de crecimiento en nuestro país, lo cual representa una gran oportunidad para los diseñadores industriales del futuro.
“Perú es un mercado en el que hay mucho por hacer en cuanto a diseño industrial. Tenemos un gran legado cultural relacionado al diseño que no ha sido totalmente explotado, además de una cantidad de artesanos increíbles que, trabajando de la mano de un diseñador industrial y con las herramientas tecnológicas de la actualidad, podrían llevar sus trabajos a un siguiente nivel”, expresa Domingo.
Los alumnos de la primera promoción, por su parte, se muestran también entusiasmados. “Siento que la UPC tiene un enfoque más holístico, y que sus talleres y laboratorios de alta calidad me permitirán elaborar proyectos sobresalientes”, expresa la alumna Sofía Best, egresada del colegio Markham.
Juan Manuel Parra del Riego, otro de los alumnos de la primera promoción, comenta, ya que la carrera de diseño industrial no es muy conocida en Perú, contempló la posibilidad de estudiar en otro país; pero “tuve la suerte que el mismo año en el que empiezo mi carrera se inaugura Diseño Industrial en la UPC, una universidad que brinda muchas posibilidades de internacionalización”.
La oportunidad de realizar intercambios con las mejores instituciones educativas en el rubro (como el Politécnico de Milán o la University of Arts of London) es, sin duda, uno de los mayores atractivos de la carrera y de la UPC en general.
Estos alumnos tienen diferentes perfiles e intereses, y han encontrado en la UPC el lugar ideal para desarrollar sus potencialidades. La alumna Camila Zoe Roque Navarro, por ejemplo, aspira a “crear o rediseñar productos que no solo satisfagan las necesidades de la sociedad, sino que posean una estructura que disminuya la contaminación en su fabricación, ayudando al medio ambiente”. Mientras que, para Juan Manuel, las posibilidades son amplias. «Me encantaría poder diseñar desde objetos simples, como una lámpara, hasta cosas más complejas, como un auto. El diseño industrial te permite proyectar lo que sea en base a tu creatividad.»
Por su parte, Key Ballena, otra de las alumnas, tiene una vocación mucho más específica: la de diseñar “accesorios que puedan detectar el peligro en las calles a través de sensores, emitiendo una alerta en caso de un acercamiento no deseado”.
Sean cuales sean las expectativas de los alumnos, la UPC tiene la firme misión de formarlos como profesionales íntegros e innovadores, brindándoles las herramientas que ellos necesitan para cumplirlas.
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