Cuidar la piel como reflejo del amor propio

Hace más de veinte años, Sylvia Dongo dejó el Perú en busca de nuevos horizontes y volvió con algo poderoso: tecnología de punta y nuevos aprendizajes que la han convertido en una referente en el cuidado de la piel. En este artículo, nos cuenta los secretos para cuidar y combatir el envejecimiento.

por Redacción COSAS

Todos los días, a cualquier hora y en cualquier lugar, nuestra piel batalla contra miles de agentes que la dañan: la luz del sol, el humo del tabaco, las pantallas del celular, el maquillaje, entre otros. Cuidar la piel ya no es solo una cuestión de estética, sino también de amor propio y de salud.

Esto es algo que Sylvia Dongo entendió antes que cualquiera, cuando, más de veinte años atrás, descubrió en su viaje a Argentina una nueva era de la cosmiatría, donde se podía rejuvenecer la piel a través de la aparatología y el uso de cremas inteligentes.

Así, una vez de vuelta en el Perú, Sylvia no dudó en ponerse manos a la obra, visitar a sus amigas y conocidos, y hacerse conocida hasta revolucionar el modo en que cuidamos nuestra piel.

Las máquinas que rejuvenecen la piel en el centro de Sylvia Dongo son certificadas y provienen de Brasil, Alemania, Argentina y Estados Unidos.

Cambiando el chip

Actualmente, Sylvia Dongo posee su centro de cosmiatría en Miraflores, en donde ofrece tratamientos de rejuvenecimiento faciales y corporales gracias al uso de tecnología de punta. “La piel debe cuidarse desde que empiezan los cambios hormonales, pues es entonces que empezamos a envejecer”, señala.

Al principio salen las líneas de expresión, después las arrugas y por último los surcos. Para Sylvia, lo ideal es empezar a tratar la piel durante esta primera fase.

Los más demandados

Las máquinas utilizadas en el centro de Sylvia Dongo han sido traídas desde Brasil, Estados Unidos y Argentina. Su uso se combina con cremas capaces de penetrar la membrana celular para obtener resultados inmediatos.

Entre los tratamientos más demandados se encuentran:

El Oxigenea, que combina tres tipos de tecnologías que prometen renovar las células, oxigenar y rejuvenecer la piel a través de: una exfoliación profunda, un ultrasonido que introduce nutrientes hasta las capas más profundas de la piel y, por último, la radio- frecuencia que la tonifica.

El Hifu, por su parte, es un rejuvenecimiento facial sin cirugías que reafirma y tensa los tejidos, elimina grasa de la papada, disipa las arrugas y levanta la piel y el músculo de toda la cara, el cuello y el escote.

Y si lo que se busca es un tratamiento completo de rejuveneci- miento, Sylvia ofrece el Láser fraccionado CO2, el cual, gracias al efecto de calor del láser, elimina las células muertas de la piel, ​​rejuveneciendo y eliminando las líneas de expresión y las arrugas. Asimismo, quita las manchas, mejora los surcos y tensa la piel. Otro tratamiento muy demandado es el Láser depilación definitiva, que, como su nombre lo indica, elimina el vello de forma permanente. Destaca por ser el único capaz de combinar las tres longitudes de onda más eficaces para la eliminación del vello; además, es indoloro y actúa en todo tipo de piel.

La cosmiatra Sylvia Dongo insta a las mujeres a cuidar y a embellecer su piel como sinónimo de salud, amor propio e independencia.

Tratamientos corporales

Cuidar nuestra piel también significa cuidar nuestro cuerpo, sobre todo las zonas rebeldes que no reaccionan con dietas y ejercicios. Para ello, Sylvia propone tratamientos como el Heccus, capaz de combatir la celulitis, la flacidez y grasa localizada. Para esto se utiliza la tecnología brasilera Ibramed, que tiene hasta cuarenta comandos para transformar el cuerpo.

También ofrece el Pompis Up, una técnica que elimina la flacidez y tonifica y desarrolla la masa muscular, para conseguir ese derrière de ensueño.

Entre tanta variedad de tratamientos, Sylvia hace hincapié en evaluar de forma personalizada al paciente para elegir el que realmente necesite. Esto es algo que ella ha aprendido en sus múltiples viajes y capacitaciones en el extranjero.

El sueño de la franquicia

La efectividad y el reconocimiento de sus tratamientos han significado para Sylvia el momento de dar el siguiente paso: vender su franquicia. “Me gustaría que lo que yo sé se expanda y ayude a más mujeres. Y qué mejor si yo estaré ahí dándoles un respaldo”, asegura.

Y es que, luego de tantos años dedicada a las mujeres, Sylvia ha comprendido que cuidar nuestro cuerpo no significa vanidad, sino más bien “amor propio, amor por ti mismo y por los demás. Una herramienta de empoderamiento e independencia”, afirma.

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