Ahora que inició su mandato como presidenta de Estados Unidos, en la temporada final de House Of Cards, repasamos su ascenso al poder a través de su armario.
Sin Kevin Spacey —expulsado de Hollywood tras conocerse sus escándalos sexuales— pero con Robin Wright en el Despacho Oval y rodeada por un grupo de poderosas mujeres, las intrigas políticas de House of cards, llegan a su fin en esta sexta y última temporada.
Las siniestras conspiraciones de los insaciables Francis y Claire Underwood, que marcaron el camino de la primera serie original de Netflix, concluyen este mes con ocho capítulos que ya puedes disfrutar a través del servicio de streaming.
Tras cinco años en la pantalla chica queda claro que nuestra perspectiva sobre la política se ha ampliado. No obstante, no es el único campo en del que podemos extraer importantes lecciones. La increíble evolución del estilo de la protagonista, que va de acierto en acierto, merece una revisión a fondo. Veamos.
Temporadas 1, 2 y 3: de oficinista a Primera Dama
Durante las dos primeras temporadas, Claire trabajaba en una organización sin fines de lucro. Su atuendo se mantenía en líneas simples y limpias, con camisas azules y faldas lápiz.
Con el ingreso de Francis a la Casa Blanca, su esposa experimentó una notable transformación. Su estilo se elevó, tornándose más femenino y elegante. Para eso, se tomó como referencia a primeras damas del pasado, como Jackie Kennedy, con cuellos abiertos, faldas amplias y las tendencias de los años 40.
Después de llegar al poder junto a su esposo, Claire dejó a un lado los zapatos de punta redonda de Prada, para trasladarse única y exclusivamente en tacones aguja Louis Vuitton. Un claro símbolo de poder.
Temporada 4: volver al pasado
Llegado este momento, Claire decide ir al rancho Hale a reconectarse con su madre. Se observa una parte de ella nunca antes revelada: es vulnerable.
En esos episodios, la actriz luce piezas vintage, muchas de ellas de la firma Ralph Lauren. Además de conjuntos en tonos café y gris pardo.
Incluso, un par de botas para montar. En términos generales, fue mucho menos oficinista y política, y adoptó un estética más country. Cabe destacar que en esta entrega es donde Claire aparece en exclusiva con un sastre. Lo hace magistralmente en el funeral de su madre.
Temporadas 5 y 6: ascenso al poder
En la temporada 5 la vimos con vestidos minimalistas y algo más coloridos de lo habitual.
Las mujeres que son líderes de Estado, como Angela Merkel y Hillary Clinton, suelen decantarse el clásico sastre y la blusa. Es algo muy utilitario, no obstante, llegado el fin de la serie no parecían ser opciones suficientes para el personaje de Wright.
En esta última temporada, todas sus prendas van hasta la muñeca y el cuello. Estilismos muy cubiertos y para nada recargados.
Mantiene los colores azul presidencial, algo de verde militar, negro y borgoña.
Respecto a los accesorios, hasta la quinta entrega la vimos usar hermosos bolsos de Saint Laurent y Ralph Lauren. Pero para el gran desenlace, se ha deshecho de este accesorio. Y no porque no lo necesite.
Ningún presidente tiene apariciones públicas con un bolso o maletín. Para eso tienen guardias y asistentes. El único que está permitido es el clutch, en una fiesta para recaudar fondos.
Otro detalle importante es el cabello. Pasó de su clásico pixie a un bob diminuto y ultraliso. Ambos cortes, cargados de fuerza y elegancia, determinan su personalidad.