Paris Fashion Week arrancó con una jornada especialmente reservada a las nuevas promesas del diseño. En su segundo día, el evento más esperado por los amantes de la moda tuvo como protagonistas a las firmas Dior y Saint Laurent.
Tres años después de lanzar las camisetas feministas que hicieron de la industria de la moda una fábrica de mensajes de empoderamiento, la maison dirigida por la diseñadora Maria Grazia Chiuri volvió a la carga con una colección comercial enmarcada en el movimiento por la igualdad de género.
Así como en 2016 el lema «Todos deberíamos ser feministas» —título original del manifiesto escrito por la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie— empapeló escaparates, en esta ocasión la histórica firma cayó rendida a las obras de la poetisa estadounidense Robin Morgan.
«Sisterhood is Powerful», «Sisterhood is Global» y «Sisterhood is Forever», títulos de sus creaciones, componen la nueva serigrafía de las camisetas básicas, aquellas prendas que han convertido a las influencers en su principal legión. Entre ellas destacan celebridades como Kate Moss, Cara Delevingne y Jennifer Lawrence, quienes llegaron al front row vestidas por la marca.
Pasarela retro
Chiuri presentó a las «Teddy Girls», homólogas femeninas de los «Teddy Boys», lo que le permitió repasar siluetas de los años 50. De esa manera, recuperó chaquetas de cuero y con estampados llamativos como el tartán, además de faldas con vuelo y enterizos de lana con escote palabra de honor.
No obstante, la diseñadora italiana al frente de la casa de modas desde 2016 no renunció a las prendas íconos de Dior. Los vestidos corte princesa, las faldas plisada en tul y cinturones anchos ocuparon un lugar importante en el desfile.
Brillante futuro
Entre tanto, el diseñador Anthony Vaccarello prescindió de la luz para acaparar la atención del público en la pasarela de Saint Laurent: las prendas resplandecían en la oscuridad.
Las modelos desfilaron por la pista con medias transparentes y estampadas, faldas con motivos de cebra y leopardo, así como shorts que realmente hacían honor a su nombre y piezas con enormes plumas.
En cuanto a tendencias, los 80 se impusieron a través de abrigos con siluetas anchas y hombros extra grandes. En la alineación también se observaron blazers de vinilo, vestidos de fiesta con volantes y blusas transparentes. Coronaron los looks fulares de seda y algunos —pocos— lentes de sol New Wave.