Bien es conocida la relación de Salvatore Ferragamo que ha tenido (y sigue) con el mundo del cine: desde los famosos zapatos rojos creados para Audrey Hepburn, pasando por los de Lauren Bacall o Greta Garbo, a los diseñados para Madonna para la película Evita (1996). ¿Pero cómo comenzó estos lazos de amistad entre Hollywood y Ferragamo?
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El joven de Bonito (Italia) se armaría de valor para residir en California donde comenzaría a fabricar zapatos cómodos y ligeros para los bailarines.
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Tal fue el éxito de estos zapatos entre los artistas, que pronto fue reconocido entre los directores más renombrados como Cecil B Demille (The Ten Commandment, 1923) y Dw Griffith (Way Down East, 1920) que acudirían al diseñador para realizar el calzado de sus actores. Así comenzó una historia que perduda a día de hoy.
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Y, aprovechando este acontecimiento tan importante de la firma, Salvatore Ferragamos celebró su nueva colección «The Signatura Collection» -relojes y gafas inspirados en el cine- con una temática cinematográfica para celebrar el «Gancio», símbolo icónico de la casa florentina. Dicha colección, que fue presentada en Nueva York, recreó unos estudios de cine bajo el nombre de «Gancio Studios».
Entre los asistentes del evento se encontraban Massimo y Chiara Ferragamo con el director creativo de la firma, Massimiliano Giornetti. A ellos les acompañaron los amigos de la casa italiana como la actriz Julianne Moore, Dree Hemingway, Michelle Monaghan o Erica Pelosini.
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