El equipo de COSAS llegó hasta los estudios de América Televisión en Pachacámac para una sesión de fotos muy especial junto a Franco Pennano. A pesar de tener un día completo de grabación, Franco hizo un espacio en su apretada agenda para recibirnos en el backstage de “Al fondo hay sitio”, la serie que ha sido su centro de trabajo por tres años consecutivos y que sigue siendo una de las producciones más vistas y queridas del país.

Por Diego Ochoa Acosta Fotos David Torres

Con ocho años de carrera como actor, Franco reflexiona: “Empezar desde muy abajo para lograr un papel tan importante como el que tengo ahora”, comenta. En la serie, no solo brilla como uno de los jóvenes talentos, sino también como galán, un rol que ha conquistado al público. Sin embargo, confiesa que al inicio, el cambio de protagonizar una novela tradicional a formar parte de “Al fondo hay sitio” fue un desafío:
“Es inevitable sentir el golpe de tanta exposición. Pasaron de reconocerme por mi personaje a saber mi nombre, y eso es un cambio importante para un actor”.

Influenciado por su familia artística, Franco descubrió su pasión por la actuación en un musical.

Aunque de niño no soñaba con dedicarse a la actuación, Franco siempre tuvo una conexión con el arte, influenciado por su familia artística: su hermana Fiorella Pennano es actriz, e Isza Pennano, cantante. En un inicio, Franco aspiraba a ser músico, pero su perspectiva cambió al participar en un musical, donde descubrió su amor por la actuación.

El proceso no ha sido fácil. “El casting para un actor es muy complejo. Hay jefes de casting que no te dan nunca una respuesta y otros que sí, pero pueden ser muy duros. Lo importante es no tomárselo personal”, reflexiona Franco. Su perseverancia lo ha llevado a obtener roles cada vez más relevantes y consolidarse como uno de los actores más prometedores de su generación.

El intérprete de Cristóbal asegura que la exposición pública ha sido un desafío que ha logrado manejar.

Hoy, su pasión por las artes audiovisuales va más allá de la actuación.“Me encantaría quedarme en este rubro como director o productor y crear mis propios proyectos. Con respecto a la actuación, me gustaría seguir, pero tal vez enfocarme en cine, ya que toda mi carrera actoral ha sido en televisión”, nos revela.

Franco Pennano no solo está construyendo su carrera con talento y esfuerzo, sino también con la humildad y visión de quien sabe que el arte tiene muchas formas de expresarse, y él está dispuesto a explorarlas todas.

Estuviste en proyectos como “Torbellino”, que tal vez no alcanzaron el éxito de la serie en la que estás ahora. ¿Cómo vives este momento en tu carrera?
La verdad que con mucho orgullo. Tengo la suerte de que a lo largo de mi carrera he ido consiguiendo cada vez un papel más importante. Desde “Ven, baila, quinceañera”, con un personaje muy pequeño, hasta ahora, con Cristóbal.

Muchos te consideran el galán de la serie, un papel que, de alguna manera, ocupa el lugar que dejó Andrés Wiese, quien también recibía elogios por su físico. ¿Sentiste presión al asumir este rol?
Por supuesto que sentí presión. Más por entrar a un proyecto que ya tenía bien establecidos sus personajes, y traer algo nuevo a la mesa siempre es un reto. La comparación es inevitable, ya que cumplen un rol similar, pero Cristóbal y Nicolás son personajes muy distintos.

En una conversación anterior, mencionaste que en el futuro te ves dirigiendo o produciendo. ¿Existe la posibilidad de que dejes la actuación para explorar ese camino?
Siempre existe la posibilidad de cambiar y reinventarse. Me he enamorado del mundo audiovisual en todos sus aspectos, y me gustaría explorarlo desde otros roles. De momento, estoy muy feliz con mi trabajo, pero quizá en un futuro, quién sabe.

«Soy consciente de lo afortunado y privilegiado que soy al tener un contrato anual siendo actor. He ido poco a poco ganando esa conciencia, y eso me ha llevado a ser más responsable con mis ingresos.»

En nuestro país, muy pocos actores cuentan con contratos anuales como los de “Al fondo hay sitio”. A pesar de tu juventud, ¿sientes que estás administrando bien tus ingresos y planificando a largo plazo?
Soy consciente de lo afortunado y privilegiado que soy al tener un contrato anual siendo actor. He ido poco a poco ganando esa conciencia, y eso me ha llevado a ser más responsable con mis ingresos. Uno se adapta.

Con largas jornadas de grabación, ¿cómo encuentras tiempo para disfrutar de tu vida personal y qué haces para desconectarte del trabajo?
Sí, es un trabajo física y emocionalmente desgastante, pero como estoy disfrutando de lo que me gusta, la verdad que vale la pena todo el esfuerzo. Me pasa que, como es un trabajo tan del momento, una vez que ya salgo de Pachacámac, mi trabajo termina en su totalidad. Como mencioné, la exposición que he ido teniendo como actor ha sido gradual.

Tu personaje te ha dado gran popularidad, pero eso también viene acompañado de exposición pública. ¿Cómo fue el proceso de adaptarse a la pérdida de privacidad?
Por supuesto que “Al fondo del sitio” es su propio monstruo. Nada te prepara para ese nivel de exposición, pero a mí me enorgullece, sobre todo cuando me llaman por mi nombre. En mi opinión, que alguien reconozca tu trabajo siempre es enriquecedor.

Llevas varios años trabajando en una de las series más sintonizadas, pero nunca has estado involucrado en escándalos. ¿Es algo que cuidas de manera intencional o consideras que simplemente eres una persona tranquila y no muy fiestera?
Me consideraría una persona tranquila y también fiestera. Salir a divertirse no tiene por qué incluir hacer escándalo o participar en uno. Siempre hay cosas que mejorar, lugares en donde se pueda pulir.

Después de tanto tiempo trabajando en televisión, ¿hay algo que te gustaría cambiar o mejorar en la industria televisiva peruana?
Con mis años en televisión, algo que sí me he dado cuenta es que falta desarrollar industria audiovisual en el Perú. La competencia siempre es beneficiosa. Nos fuerza a estar en constante superación.

Dirección: Aster
Maquillaje: Adrian Rey
Peinado: Gian Franco Bellido
Look de portada: Noe Bernacelli

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