La historia de amor entre el príncipe Harry y Meghan Markle rompió esquemas desde el primer día. Fue tal el impacto por querer conocer cada detalle de la pareja, que la casa real envío un comunicado para evitar el acoso público contra la actriz de Suits. Más allá del furor mediático, ambos demostraron que querían ser una pareja diferente y cambiar la imagen de los royals en el mundo. ¿Cuántas reglas han roto para lograr su propósito? 

1. El divorcio entre los royals

Si has seguido minuciosamente la historia de la realeza británica, seguro sabrás que el divorcio era inaceptable entre los royals, especialmente para la reina Isabel II. Cuando su hermana, la princesa Margarita de Inglaterra, quiso casarse con el capitán divorciado Peter Townsend, la corona hizo todo lo posible para evitar el matrimonio. Más de cincuenta años después, las cosas claramente son muy distintas.

 2. Afecto en apariciones públicas

La primera aparición pública de la pareja fue en el 2017 durante los Invictus Games, que se realizaron en Toronto durante el mes de septiembre. En este evento, ambos se mostraron bastante afectuosos e, incluso, salieron caminando de la mano. Según la especialista en etiqueta Myka Meier, ambos rompieron el protocolo real. “La razón es que mientras están viajando, técnicamente la pareja es representante de la monarquía británica. La pareja no debe tener muchas muestras de afecto para mantenerse profesionales en sus roles designados”, explica.

3. El look real

La última aparición de la pareja, el pasado 9 de enero en Brixton, llamó la atención por un detalle muy particular: el peinado de Meghan. Según el diario La Vanguardia, la actriz estadounidense desafió el protocolo real al lucir un moño despeinado con mechones al aire. Y es que la casa real británica es una de las que más exigencias tiene para los códigos formales de vestimenta y peinado. Difícilmente veremos a Kate Middleton lucir una melena tan libre como la que lleva la próxima esposa del príncipe Harry.

4. La llegada al altar

Según una fuente cercana a la actriz que conversó con Us Weekly, Meghan desea llegar al altar acompañada de su madre, la profesora de yoga Doria Ragland. Si bien esta noticia aún no ha sido confirmada por el Kensington Palace, se esperan varias sorpresas en la próxima boda real que se realizará en el mes de mayo. 

5. Creencias religiosas

La actriz de Suits estudió en un colegio católico y ha sido bautizada como tal. Para casarse con el príncipe Harry en St. George’s Chapel, primero tendrá que bautizarse y confirmarse como parte de la iglesia anglicana. 

6. Romance mediático

¿Te imaginas a Kate Middleton hablando sobre su matrimonio con el príncipe William en Vanity Fair? Nosotros tampoco. Meghan Markle rompió esquemas -y el protocolo- cuando apareció como portada de la revista estadounidense en el mes de septiembre. Sin tabús de ningún tipo, la actriz confesó su amor por el príncipe Harry y los avances de su relación al mundo entero.

7. Adiós a las gemas

Las royals suelen llevar gemas preciosas por excelencia. Así fue la joya matrimonial de la reina Isabel y así fue la de Lady Di. Sin embargo, el príncipe Harry ha resaltado el amor que Meghan tiene por los diamantes (su anillo de compromiso tiene dos de estas piedras), y se prevé que su anillo de matrimonio no será la típica joya real.