Detrás del restobar barranquino de moda, Dadá, está el trabajo de Luigi Paino y Guillermo Dasso, socios de Envero. Conversamos con la dupla de jóvenes empresarios sobre su experiencia en la organización de eventos, sus proyectos a futuro y la fórmula para hacer fiestas inolvidables.
Por: María Alejandra López / Fotos de Diego Valdivia
En la viticultura, envero refiere al color rojizo que toma la uva cuando empieza a madurar. Para Luigi Paino, ingeniero agrónomo de profesión, el término calza a la perfección con su empresa. “Cuando creamos Envero en el 2013, ya teníamos ocho años de experiencia y el nombre simboliza la maduración de nuestro conocimiento en el rubro”, dice.
Luigi y Guillermo se iniciaron en el negocio como promotores. En el 2012, cuando aún no eran amigos, competían directamente en los eventos que se realizaban por Halloween y Año Nuevo en Lima. “¡Nos odiábamos!”, dice Luigi. Todo cambió cuando coincidieron como inversionistas en una fiesta. “Nos dimos cuenta de que podíamos trabajar juntos y hacer las cosas mejor”, señala Guillermo.
Eventos con tradición
Si bien no existe una fórmula para que una fiesta sea un hit, Envero se mantiene vigente a través de dos pilares. Uno de ellos es la convocatoria. “Hay eventos que tienen hasta 200 personas como promotores. Lo más importante es segmentar muy bien al público para que esas personas vayan directo al target”, explica Guillermo.
El segundo pilar es la identidad de los eventos. Envero apuesta por la peruanidad en la decoración y el motivo de sus fiestas (las más emblemáticas son La Peña, La Huerta, La Yunza, La Vendimia y La Siembra). Además, un plus del negocio es que no escatiman recursos en la producción. “Priorizamos nuestro servicio antes que lucrar con los clientes”, puntualiza Guillermo.
Noches culturales
Como empresarios, Luigi y Guillermo -quienes también son dueños de una discoteca en Asia-, notaron la ausencia de un restobar para gente joven en Lima. “Sin las discotecas de Larcomar, había un espacio para el público que ya no va a discotecas pero que sale a divertirse”, aclara Guillermo. Ambos aprovecharon la coyuntura para lanzar su primer restobar: Dadá, un local que también mantiene la tradición como insignia.
Ubicado en una casona construida en el siglo XX en la calle San Martín, en Barranco, las características propias de la casa hacen que el espacio sea único: celosillas en el piso, amplios salones y una gran terraza con jardín y árboles que crecen en su interior. “No queríamos un point solo para tomar, sino ofrecer una experiencia cultural completa”, añade Luigi.
Y es que a la par de ofrecer coctelería de autor, platos a la carta y piqueos gourmet, en Dadá las posibilidades son infinitas. Se realizan exposiciones de arte, shows musicales, recitales de poesía, y acaban de inaugurar talleres para niños durante la temporada de verano.
Además, es uno de los pocos locales en Lima que cuenta con salones temáticos: un salón inglés con la popular cabina telefónica británica, un cuarto lleno de teléfonos vintage que cuelgan desde el techo, y más. “Nos hemos adaptado a la identidad de la casa con una dosis de creatividad”, cuenta Luigi. En cuanto a la música, en Dadá hay libertad -como el movimiento artístico que alude a su nombre-: suena acid jazz, rock ochentero, beats de electrónica y hasta latin pop.
Agencia todoterreno
A la par de las 21 fiestas temáticas que Envero realiza cada año y de los tres locales que administra (Ibiza en Asia, Dadá en Barranco y un hotel en el balneario de Vichayito), la empresa también realiza eventos privados y corporativos.
El año pasado, organizaron el Lima Music Fest 2017 que trajo a J Balvin, Yandel, Ozuna, Zion y Lennox; y la fiesta de fin de año de Latina. Además, una de las metas que tienen este 2018 es continuar su crecimiento como agencia (ATL, BTL y digital), segmento en el que ya tienen una cartera amplia de clientes como Elite, Diageo, Backus y Latina.
Entre sus proyectos, también está el crear un dispositivo que segmente las preferencias de su público objetivo. “Estamos creando una empresa tecnológica enfocada en el entretenimiento para tener los indicadores y las preferencias de nuestros clientes y así poder darles un mejor servicio”, explica Guillermo.
Más allá de las innovaciones por las que apuestan, Envero no planea dejar las fiestas de lado. “Antes de inaugurar Dadá queríamos tener una discoteca en Lima. Y aún tenemos ese proyecto en mente”, dice Luigi. Aún hay diversión para rato.