Es artista de profesión. Vive entre Lima y Los Ángeles. No tiene hijos, pero sí cinco ahijados. Forma parte del elenco de “Los Chistosos” desde 2007. Se define como una mujer divertida, que no concibe el trabajo sin diversión. “Como dice Luz Salgado: ‘Así soy yo’”, afirma.

Conversamos con ella a raíz de los 25 años al aire que cumplen Los Chistosos en RPP. En paralelo a su trabajo en la radio, Giovanna planea estudiar Cine e incursionar como cantante con cierta dosis de irreverencia.

En tu opinión, ¿cuál es la clave para hacer reír a la gente?

Ser una misma. El peruano tiene un buen sentido del humor, es divertido. Todos, hasta el más serio.

¿Cómo llevas el hecho de que el gran público siempre espera que seas ocurrente, incluso fuera de tus personajes?

Está en su derecho. Es mi público; me debo a él. Eso me ubica, es un recordatorio de quién soy. Vine a este mundo a dar alegría.

Love You Monique!!!

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Como comediante, ¿qué opinas de personajes como la Paisana Jacinta y el Negro Mama?

No veo racismo en ellos. No te puedo negar que los artistas siempre debemos tener mucho cuidado, pero los personajes en sí me parecen divertidos, no les veo nada de malo. Creo que hay un complejo en el que critica.

¿Tienes algún personaje en la mira para futuras imitaciones?

No es que esté trabajando en alguno, sino que al mismo tiempo hay varios personajes que están haciendo noticia, pero para los shows siempre están los preferidos de la gente.

¿Cuáles son?

Tilsa (Lozano), Janet Barboza, Lourdes Flores, Luz Salgado…

¿Alguna de ellas ha comentado sobre sus imitaciones?

Siempre he recibido comentarios positivos. Una vez, hace años, Lourdes dijo: “Ya quisiera estar tan buenamoza como ella” (risas).

¿Cuál dirías que es, o ha sido, tu mayor adicción?

Me encanta el pan, la comida. Ahora ya no como mucho, pero es mi pecado.

¿Alguna adicción más peligrosa?

¡Jamás! También me encanta el vino, pero sé cómo tomarlo.

Pasando a otro tema, ¿es difícil compartir trabajo con tu expareja? (Estuvo en una relación por casi veinte años con su colega Hernán Vidaurre).

¡Es recontrasaludable!, emocional y psicológicamente. Cuando me encuentre con mi expareja, no voy a decir (finge voz de afectada): “¡Lo vi y sentí algo… Creo que aún algo me queda!”. (Canta “Cómo te va, mi amor”, de Pandora): “Te encontré un poco más flaco / fue mirarte y derrumbarme…”. No, yo ya no me derrumbo, lo veo todos los días.

¿Cuán extraña sientes la soltería luego de casi veinte años con la misma persona?

¿Extraña?… ¡Es maravilloso! He vuelto a ver gente que no veía. He estado en el planeta Tierra y no me daba cuenta. Vivía en mi burbuja, en mi castillo de la Cenicienta, con mi príncipe encantado.

¿Qué es lo más complicado de terminar una relación tan larga?

Ser consciente de que tú también cometiste errores; aceptar que no somos perfectos.

Cuando dijiste que no habías querido casarte y tener un hijo, mencionaste que no tenías el espíritu para ser ama de casa. ¿Tan anticuada ves la figura del matrimonio?

No, porque ahora la mujer no solamente es ama de casa, es administradora del hogar (risas). No veo anticuado el matrimonio, sino el pensamiento de no permitir que las personas opten por algo diferente… ¡Déjame vivir!

¿Crees en el dicho: “Un clavo saca otro clavo”?

¡Nooo! ¡No hagan eso! (risas). Háganlo con otra cosa, con un martillito; métanle comba a la pared, pero no con otro clavo.

¿Lo del galán argentino es verdad?

Ahorita es mi mejor amigo, Rafael Rumi; tiene un programa en Radio Miraflores. Con él hay afinidad, pero, por si acaso, ¡estoy libre, eh! (risas). n