Aunque pensar en ella remita a las luces de colores, los regalos bajo el árbol y las cenas familiares, la Navidad cristiana celebra el nacimiento de Jesús en la Tierra. Sin embargo, diversas estrellas de Hollywood la celebran a su manera o simplemente no la festejan, debido a la religión que profesan: el judaísmo.
Por Manuel Coral González
Para los que no comparten el credo cristiano, la Navidad no suele destacar en el calendario de sus vidas: es solo un día más, pese al alboroto que genera entre los que sí la festejan con entusiasmo. Los judíos, a diferencia de los cristianos, celebran la Janucá, fiesta conmemorativa que recuerda su victoria ante los griegos, tras expulsarlos del templo de Jerusalén para consagrarlo a su dios Yahveh. Durante los ocho días en que se celebra la Janucá, en el mes de diciembre, utilizan la januquía –un candelabro de nueve brazos–, en la que encienden una vela por cada día, esperando la llegada del “verdadero Mesías”, porque para ellos Jesucristo es solo un profeta y no “el auténtico hijo de Dios”. Cada uno celebra sus propias creencias.
Cariño por la Navidad
La velocidad en la que evoluciona el mundo hace que, poco a poco, las barreras culturales sean más franqueables e, incluso, puedan llegar a sincretizarse. Eso es lo que, en los últimos años, algunas estrellas de Hollywood vienen haciendo. En 2016, la actriz israelita Natalie Portman se animó a festejar ambas celebraciones. Durante el programa “The Tonight Show”, de Jimmy Fallon, reveló que, luego de más de treinta años, por primera vez iba a tener un árbol de Navidad en casa. ¿El motivo? Ese año, el primer día de las celebraciones de la Janucá coincidía con la Navidad cristiana, de la cual la familia de su esposo, el coreógrafo francés Benjamin Millepied, es devota. “Le pregunté a mi esposo: ‘¿Estaría bien para tu familia si no tuviéramos un árbol?’, pero en ese momento mis padres, que estaban ahí, intervinieron: ‘Podemos comprar uno’, dijeron.
¡Estaba tan emocionada! Porque cada judío tiene como secreto tener un árbol de Navidad en casa”, reveló la actriz, lo que generó críticas por parte de grupos religiosos conservadores.
A Mila Kunis, actriz ucraniana de ascendencia judía, la Navidad le recuerda un hecho especial de su niñez: el primer árbol que su familia compró al llegar a Estados Unidos tenía ojos, boca y “podía cantar”. “Viví en la Rusia comunista hasta los siete años, y no fue lo mejor. Ahí no pasa mucho durante la Navidad; además, éramos pobres y teníamos que preocuparnos de otras cosas antes que de decorar un árbol. Cuando llegamos a Estados Unidos, me sorprendió todo el glamour de esta época”, declaró.
Desde que llegó a Los Ángeles no ha dejado de celebrar la Navidad, por eso cada año organiza una gran fiesta junto con su familia y los hijos que tiene con Ashton Kutcher. “Soy fanática de la decoración navideña”, ha revelado la actriz. “Tengo un montón de guirnaldas por todas partes, muchas decoraciones grotescas. Y estoy orgullosa. Definitivamente, no somos elegantes para eso”, reveló. Hoy, su prioridad en Navidad ha cambiado, pues desea enseñar a sus hijos a “dar” y no solo a “recibir”. “Ellos solo están esperando cosas”, contó sobre cómo sus hijos toman estas fechas. Por eso decidió, junto con Kutcher, dejar de comprarles regalos, aunque todavía conserva el primer árbol de Navidad en casa.
Otra actriz que es nostálgica de estas fechas es Scarlett Johansson, también de origen judío, quien recordó en una entrevista con “Vanity Fair” lo que solía hacer cuando era niña durante las fiestas navideñas: “El olor de la canela y la vainilla siempre me recuerdan a la Navidad. Mi padre preparaba un pudding danés de arroz con almendras y salsa de cereza. Solo lo hacía una vez al año”, contó. Además, siempre recordará “el mejor regalo” que le obsequiaron cuando era niña: “Tenía ocho años y quería una lagartija como mascota, y mis padres me dijeron que no. Pero cuando llegó la Navidad, me llevaron a la habitación donde todas las luces estaban apagadas, excepto las del terrario, que tenía a mi nueva mascota adentro… ¡Estaba tan emocionada!”.
El amor, por lo general, obvia las diferencias humanas. Y ese es el caso del actor estadounidense Andrew Garfield, quien, mientras tuvo una relación con la actriz Emma Stone, dejó de lado su religión para celebrar el espíritu navideño, y terminó por adoptar por Navidad –junto a su novia– a un golden retriever llamado Ren, e incluso se animaba a cantar canciones navideñas en shows televisivos.
Siguiendo esa misma línea, otro de los actores que fue visto públicamente celebrando la Navidad fue el actor y guionista Liev Schreiber, a quien, cuando estaba casado con la actriz Naomi Watts –con quien tiene dos hijos–, se le vio cargando sobre los hombros un gran árbol de Navidad en compañía de su familia.
Estos actores son un ejemplo de que el cariño y el amor humanos pueden trascender barreras tan delicadas como las costumbres religiosas que amenazan la paz en más de un confín del planeta.
‘Celebraciones’ polémicas
La Navidad también ha servido para que las ficciones se alimenten de ella y, en algunos casos, la parodien. Los actores Seth Rogen y Joseph Gordon-Levitt, por ejemplo, protagonizaron en 2015 la película “The Night Before”, de Jonathan Levine, en la cual encarnan a dos amigos –a los que se suma el actor Anthony Mackie– que todos los años pasan los días previos a la Navidad de la misma manera: se reúnen en un restaurante chino, cantan villancicos en un karaoke, utilizan una horrenda vestimenta navideña y cuentan innumerables chistes de judíos.
Por su parte, en la Navidad de 2015, la actriz Sarah Silverman publicó un polémico mensaje en Twitter: “¡Feliz Navidad! Jesús era de género fluido”. Esto le causó un sinnúmero de críticas por parte de sus seguidores, quienes le pidieron “respeto” por toda la comunidad cristiana. Ella, luego de unos días, publicó otro mensaje en el que explicaba el sentido de su mensaje: “Decidí agregar una nueva palabra de nuestro nuevo vocabulario colectivo, ya que para mí es divertido, hermoso y verdadero, en el sentido de que Él es todos nosotros”. En la actualidad, utilizar las redes sociales es una herramienta infalible si se quiere polemizar con los demás.
Un poco menos controvertida que Silverman ha sido la actriz Mayim Bialik –protagonista de “The Big Bang Theory”–, quien ha expuesto los motivos por los que no celebra la Navidad con su familia, a pesar de que su exesposo, Michael Stone, es cristiano. “Me casé con un hombre cuya familia festejaba la Navidad, y siempre disfruté de participar en una comida festiva y ver a mis hijos abrir los regalos de sus abuelos paternos, pero nunca supe muy bien si estaba ‘haciendo las cosas bien’”, escribió en su página web. Considera que muchos judíos celebran la Navidad como “un día festivo estadounidense”, pero ella no lo toma de esa forma, pues opina que hay “muchos días festivos en Estados Unidos”. A pesar de respetar las celebraciones cristianas, no está de acuerdo con obsequiar objetos el día de Navidad. “Con tantas carencias en este mundo, no me siento bien gastando mucho dinero comprando regalos. Cuando puedo, hago donaciones a causas que están ayudando a los necesitados en esta época del año”, manifestó. La Navidad, definitivamente, no va con ella.
Pero también están los personajes como Jeff Goldblum, quien se toma las cosas más a la ligera. Hace tres años, poco antes de la Navidad, el actor se interpretó a sí mismo como el Sr. Goldblum, quien protagoniza una serie de comerciales de productos tecnológicos en los que daba consejos sobre cómo reaccionar –utilizando el método de la actuación– al momento de recibir un regalo indeseado. “Es tan desmotivador poner tu corazón y alma en un regalo para un ser querido y descubrir que ya tienen tres de ellos y no los van a usar nunca”, dijo el actor con sarcasmo cuando le preguntaron las razones por las que hizo estos comerciales.
La Navidad, a pesar de todo, es una fecha ineludible. Guste o no, su trascendencia, más allá de las religiones, reside en un anhelo absolutamente humano: encontrar algunas horas de paz junto con las personas que amamos.