Este 5 de abril se cumplen 25 años de la muerte de uno de los personajes más significativos del rock: Kurt Cobain. Atormentado por la depresión y adicciones, el mítico cantante estadounidense decidió terminar con su vida a los 27 años de edad, convirtiéndose a partir de ese momento en una figura de culto. Danny Goldberg -exmanager y amigo- publicó esta semana un libro en el que relata cómo fueron sus últimos años de vida.
Recuerdos de un amigo
En el libro ‘Serving the Servant: Remembering Kurt Cobain’, del exmanager de Cobain, Danny Goldberg -que fue publicado esta semana para recordar la muerte del ícono del rock- recuerda a su amigo con nostalgia y admiración, ya que Goldberg fue un íntimo amigo suyo del genio de la costa noroeste del Pacífico, durante la década 1990, cuando Nirvana aún no tenía la fama que llegó a alcanzar en años posteriores. «Su imagen en los medios se tornó un poco distorsionada y se centró de manera desproporcionada en su muerte, y no tanto en su vida y su arte», expresó Goldberg.
Para Goldberg, «fue un cantante increíblemente conmovedor», ya que su voz transmitía «una vulnerabilidad y una intimidad que es rara», señalando además que «sintonizó en algo que ayudaba a la gente a sentirse menos ‘freak’ (rara), menos sola», lo que significó una gran empatía con los jóvenes de la generación X, quienes estaban inconformes con el mundo.
Para Goldberg la influencia musical y social que dejó Cobain, lo distingue de y coloca dentro un grupo selecto de artistas como Janis Joplin, Jim Morrison o Amy Winehouse, quienes también murieron a los 27 años. «Kurt Cobain integra un puñado de artistas cuyo arte trasciende su tiempo», manifestó. Y claro, no existe testigo más preciso que Goldberg, quien vivió en los primeros años de la década de 1990, el éxito y admiración mundial que alcanzó Nirvana.
Ícono de culto
El 24 de setiembre de 1991, la música de Nirvana llegaría a los oídos de todo el mundo con el lanzamiento del segundo álbum de la banda, Nevermind, con la que la voz rasgada -con matices de dolor, insatisfacción y amargura- de un joven Kurt Cobain, de solo 24 años, se haría conocida en distintas partes del mundo. Y Goldberg fue testigo de todo ello.
En una reciente entrevista con la revista Rolling Stone, Goldberg señaló que este libro trata de brindar una imagen diferente del músico, que no se enfoca en su muerte -y todo el morbo mediático que giró en torno a esta desgracia- y sus malos ratos, sino en su genio y talento musical que lo llevo a componer una serie de canciones memorables. «Simplemente sentí que, en conjunto, su imagen estaba demasiado opacada por su muerte, y que mis propios recuerdos de él son más sobre su creatividad, sobre lo dulce que era, sobre su sentido del humor», contó en la entrevista.
Dentro del libro se relatan diversos episodios de los últimos años de vida de Kurt Cobain: el espiral de drogas en los que se vio envuelto -ejemplificado en el momento que asistió, en 1992, al programa televisivo ‘Saturday Night Live’-, su fuga de un centro de rehabilitación en Los Ángeles, y su relación con Courtney Love.
«No tenía idea de lo que había provocado las últimas semanas de la desesperación de Kurt. Tal vez fue una intensa cristalización de las depresiones que lo habían atormentado durante mucho tiempo. Quizá fue algo en casa. Tal vez estaba relacionado con su carrera», se lee en unos de los pasajes del libro.
Sin duda, este libro traerá despejará algunas dudas sobre la vida de quien es considerado uno de los íconos musicales del siglo XX, pues como lo dice Goldberg en este libro -que podría leerse como un libro de memorias- Cobain,»tenía una versión verdaderamente alternativa de lo que significaba ser una estrella de rock».