La portada de la última edición de COSAS destaca a Marisa Guiulfo, la gastrónoma y organizadora estrella de los más importantes y espectaculares eventos en la ciudad, además de un símbolo vivo del buen gusto y del empoderamiento femenino.
Muchos años antes que el movimiento “Me Too” irrumpiera buscando la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, Marisa era ya una fuerza de la naturaleza. Trabajadora, perfeccionista y energética, Guiulfo se ha convertido en un personaje incombustible y en una autoridad en la organización de grandes y multitudinarios eventos.
Hace más cuarenta años Marisa comenzó en el negocio del catering repartiendo postres a los mejores restaurantes del centro de Lima. Luego comenzaría a organizar pequeños Baby Showers y cumpleaños, hasta que con el pasar de los años fue haciéndose un nombre en la organización de banquetes, bodas, caterings, buffets y eventos sociales.
Señora vida
Pero la vida de Marisa Guiulfo no ha sido, ni por asomo, un campo de rosas. Hace cuarenta años fue diagnosticada de cáncer, y declarada prácticamente en fase terminal y, veinte años después, sufrió un infarto que hizo que se le colocaran cuatro by-passes.
Sin embargo, la energía avasalladora de Marisa logró superar estos males e ir cimentando la figura de una de las primeras embajadoras de la gastronomía peruana en el mundo. Tal fue su influencia promocionando nuestra comida, que en 2014 fue homenajeada en Pekín por su libro “Celebra la vida”, que cuenta su trayectoria como empresaria y cocinera. En palabras del embajador peruano en Pekín de esa época, Gonzalo Gutiérrez, «ha sido Marisa quien ha enseñado a los peruanos cómo celebrar, cómo dar un valor a la gastronomía peruana, cómo presentarla y convertirla en un producto del que los peruanos nos sentimos tan orgullosos».
La entrevista
La entrevista con COSAS se realizó en la casa de Marisa, en San Isidro, la cual lucía –como no podía ser de otra forma– cuidadosamente decorada. La conversación, que duró más de dos horas, se desarrolló en su biblioteca, donde se puede apreciar una combinación de estilos que solo una profesional del buen gusto, como Marisa, podría conjugar a la perfección.
Durante el tiempo que duró la entrevista, Marisa tomó una infusión, al tiempo que la casa se inundaba con una fragancia a queque inglés. Y es que en la casa de Marisa, siempre se está cocinando algo delicioso. Su hermana y mejor amiga, Titi, fue la responsable de preparar los seis cambios de vestuario para la sesión de fotos.
Aunque lució muy relajada, hubo un par de momentos en los que Marisa se conmovió. Primero, al hablar de cáncer de seno que sufrió en su juventud y, luego, al contar cómo uno de sus hijos fue “seducido” por el Sodalicio. Pero más allá de estos pequeños episodios, Marisa se mostró feliz y orgullosa del legado gastronómico que ha dejado a las próximas generaciones de peruanos.
Estilismo: Titi Guiulfo
Dirección de arte: Alexa Carcausto
Maquillaje y Peinado: Olga Soncco