La incombustible modelo Naomi Campbell acaba de estrenar su propio talk show, a través de su ya famoso canal de YouTube. En dicho espacio, la «diosa de ébano» entrevista a algunas de las personalidades más relevantes de la industria de la moda. La primera de ellas ha sido Cindy Crawford.
Por Redacción COSAS
Naomi Campbell no solo ha aprovechado la cuarentena para revelar a través de sus redes sociales sus sesiones de entrenamiento, las compras diarias y su extrema -y cuestionada- rutina de higiene en el aeropuerto. Como se recuerda, recientemente la top model se mostró bastante obsesionada con el orden y la limpieza.
Incluso, confesó que no puede subir a un avión sin usar una mascarilla y guantes de látex. Además de siempre llevar en su bolso gel antibacterial. Un aspecto que ya habíamos olvidado pero que debido al coronavirus, ha vuelto a despertar la obsesión de la modelo.
Si bien esa actitud generó una ola de críticas en Internet, nada de eso ha mitigado su presencia en redes. Todo lo contrario. Ahora, la icónica maniquí de los noventa quiere que sus seguidores sepan más de su vida y de otros temas en su nuevo programa de entrevistas, «No Filter With Naomi», que se transmite en vivo en su canal de YouTube.
Su nuevo proyecto incluye conversaciones íntimas con algunas de sus célebres amistades, reconocidas dentro de la industria de la moda, el cine y la música. El primer episodio se transmitió el pasado lunes 6 de abril y la invitada especial fue nada más que su colega y amiga, la también modelo Cindy Crawford.
Confesiones íntimas
Naomi Campbell presentó a Crawford de manera muy especial. «La conozco desde hace 34 años y forma parte de mi familia elegida», explicó a sus seguidores. A simple vista, llama poderosamente la atención la similitud que guarda la decoración de sus habitaciones. Ambas tienen las paredes repletas de fotografías míticas de la historia de la moda. Entonces, Cindy habla de la importancia de la comida durante una sesión de fotos, revelando lo exigente que es. Asimismo, comenta con humor que, a diferencia de lo que creen muchas modelos del momento, nunca ha entendido cuando un menú ha consistido en hamburguesas y costillas.
Naomi le pregunta si se ha dado cuenta, a través de su hija, Kaia Gerber, de que antes ellas viajaban a lugares increíbles para las sesiones de fotos, algo que al parecer ya no ocurre. «Creo que antes la fotografía de moda era más artística, ahora es un negocio. Recuerdo hacer sesiones de diez días en México y pasarme los dos primeros días simplemente bronceándome», comenta Cindy. «Ahora en un día hacen las 20 fotografías que van a salir en la revista en un estudio. En la actualidad, no querría pasar tantos días fuera a causa de mi trabajo, pero era maravilloso y podías hacer grandes amistades».
Las modelos comentan durante la entrevista el exigente trabajo al que someten a sus cuerpos durante las sesiones fotográficas, en las que mantienen complicadas poses durante mucho tiempo. Cindy sostiene que ha tenido muchos problemas en los pies a lo largo del tiempo, dolencias que se han visto acrecentadas por los tacones. Su doctor le ha dicho que nunca se lo había planteado pero que las modelos, en cierta forma, son atletas por la presión a la que someten a su físico.
Campbell, de 49 años, le pregunta a Crawford, de 54, sobre su visita al príncipe William, algo que su íntima amiga también hizo junto a otras modelos. «Fui sola, ¿tú fuiste con otras personas?», le pregunta Cindy confusa. «Sí, con Christy y Claudia. Él venía del colegio y la princesa Diana estaba ahí». Naomi lo conoció cuando tenía 13 años y Cindy cuando tenía 16. Esta última reconoció que estaba en shock por conocer a Lady Di y que le sorprendió lo cálida que era. «Creo que fue ella quien me abrió la puerta y sentí como que estaba yendo a casa de una amiga», asegura Cindy, quien al no ser inglesa, se sentía preocupada por el prorocolo.
«Ella estaba en jeans y llevaba una polera, o algo parecido. Tengo grandes recuerdos de ese encuentro», asegura Cindy Crawford. Al hablar acerca de su mítico lunar, recuerda cuando empezó realmente a convertirse en su sello personal. «Odiaba tenerlo de pequeña. Cuando fui a mi primera agencia de modelos en Chicago, me dijeron que tendría que quitármelo. Mi madre me dijo que hiciera lo que yo quisiera, pero que lo pensara bien porque no sabía si eso iba a dejarme cicatriz y, sobre todo, porque esa era una marca que me hacía especial. Empecé a modelar y había gente que quería taparlo. Cuando iba a Japón me lo quitaban siempre».
No obstante, su percepción cambió cuando en 1986 protagonizó la portada de la edición estadounidense de «Vogue». «Cuando posé por primera vez con Richard Avedon, no sabía si iban a borrar el lunar; finalmente no lo hicieron, y cuando vi que eso podía aparecer en la portada de una revista de esa categoría dejó de ser un problema para siempre», explica orgullosa.
«Creo que las imperfecciones son las que te hacen ser quien eres. Yo tengo una cicatriz en la cara que querían que me quitara cuando llegué a Nueva York con 16 años, y mi madre se negó», agrega Naomi Campbell. «Creo que muchas mujeres, al verme con el lunar en la portada, se sintieron más cómodas con sus marcas», explica Cindy. «Lo que nos hace inseguros a veces nos hace destacar, y esa fue una lección para mí», añade.
«¿Conservas tus anuncios de Pepsi o ese vestido de Versace rojo que llevaste a los Oscar?», le pregunta Naomi a su amiga. «Tengo las fotos de Pepsi porque esos jeans los cortamos para las fotos, que terminé haciendo de nuevos diez años más tarde, luego de ser madre. Me puse los mismos pantalones, por lo que fue una pequeña victoria para mí. Aún los tengo. El vestido rojo de Versace se lo di a Anna Wintour porque hizo una subasta de AmFar«, explica Cindy.
Asimismo, añade que para ella lo habitual es que los vestidos se usen una sola vez, por lo que es feliz cuando se los prestan y no siente la necesidad de quedárselos. «Las cosas que guardo espero que se las ponga Kaia», sostiene. «Es que en la época dorada los diseñadores eran muy generosos. Nos regalaban cosas. Nos gustaba algo y nos los daban, eso ya no pasa tanto», confiesa Naomi y Cindy interrumpe: «Creo que a ti eso se te daba mejor que a mí. Pero es verdad que incluso cuando hacías fotos para Chanel e ibas a la tienda, te llevabas una chaqueta y quizás un bolso».