Con motivo del sensible fallecimiento a los 102 años ayer, de Luis Bedoya Reyes, recordamos las fotos que COSAS publicó en exclusiva en su edición impresa de su último gran agasajo en vida: la celebración por su 100 cumpleaños.*
Por Manuel Coral González Fotos de Verónica Pflucker
El exalcalde de Lima y fundador del Partido Popular Cristiano (PPC), cumplió cien años. Para conmemorar esta histórica fecha, un grupo cercano de amigos y declarados admiradores (muchos de ellos líderes empresariales y políticos) organizaron una ceremonia en el Country Club, en la que no solo se celebró el onomástico de Bedoya Reyes, sino el reconocimiento de toda su trayectoria profesional y política.
En las mesas de la Sala Imperial del Country Club los cien invitados –en los que se encontraban personalidades del mundo político, académico y social– y la prensa esperaban, con cariño y expectativa, la llegada de Luis Bedoya Reyes, quien el 20 de febrero cumplió cien años. A la una en punto de la tarde, ingresó a la sala donde lo esperaban. Vestía un traje negro, camisa blanca y una corbata oscura, tenía una expresión risueña y tranquila como en su juventud–, pero, a diferencia de
décadas pasadas, un bastón guiaba cada uno de sus pasos. Cuando traspasó la puerta del salón –junto con el presidente de la República, Martín Vizcarra, y el magistrado Augusto Ferrero–, los aplausos tomaron el ambiente.
“Un grupo de amigos y admiradores del doctor Bedoya pensamos que una forma elegante y lúcida de celebrar su centenario era con un almuerzo con la misma cantidad de personas que los años que el doctor cumplía”, precisa Augusto Ferrero.
Durante la ceremonia, Ferrero Costa brindó un discurso en el que puntualizó la influencia de Bedoya Reyes a través del tiempo. Destacó la fundación del Partido Popular Cristiano (PPC) y cómo este “constituye una educación política de gran estirpe en nuestro acontecer, que consagró la huella de los movimientos de inspiración católica en América Latina”. Además, rememoró “el gesto que tuvo Bedoya al ceder la presidencia a Haya de la Torre”, luego de renunciar a la presidencia de la Asamblea Constituyente en 1979.
Tras estas palabras, y sin papel en mano, el homenajeado pronunció un discurso en el cual reflexionó sobre la vida y la sociedad peruana. “Uno pierde miedo a la muerte y la espera, no diré con beneplácito, pero con tranquilidad, porque sigue creyendo que esa es su esperanza, que ahí volverá a encontrar a aquellos que se fueron. A los que lleguen a una vejez como la mía, no tengan miedo”, sentenció. Después, envió un mensaje a los líderes políticos del país: “El Perú tiene un compromiso serio en formar su clase media. Es la sensación de igualdad en el mundo social lo que las clases medias transmiten a las comunidades nacionales”.
Para finalizar, tomó la palabra el presidente Martín Vizcarra, quien destacó la “perseverancia a lo largo de toda su vida” de Bedoya, y reflexionó sobre las virtudes políticas y humanas del homenajeado. “El principal legado que nos deja es el ejemplo de vida. El ejemplo de decencia, de honestidad, de entrega. Y cuando la política peruana pasa por momentos difíciles, nos deja fe, optimismo de que sí se puede hacer política de la buena, no en teoría sino en la práctica”, manifestó antes de estrechar las manos del hombre del siglo.
*Nota publicada originalmente el febrero del 2019.