Tony Succar: el sueño del Grammy

El percusionista y productor musical Tony Succar, habla en exclusiva para COSAS, donde revela sus expectativas con su nominación para los Grammy, el disco debut de su mamá Mimy Succar, y su mejor premio: su hija Emma.

Por Marcelo Rosales

Debutó en la industria musical en el año 2016 con un disco tributo a Michael Jackson. Su carrera sufrió un duro golpe cuando lo descalificaron de los Latin Grammy, porque su álbum no contaba con suficientes palabras en español. Sin embargo, esto no lo detuvo. Trabajó muy duro y tras el lanzamiento de su álbum en vivo Live in Perú, logró una nominación para los Grammy. Tony Succar nos brinda detalles sobre su nominación a los Grammy, el trabajo en el álbum debut de su mamá y su nueva vida como padre.

¿Qué significa para ti la nominación al Grammy?

Significa muchísimo. Es mi primera nominación al Grammy. Previamente gané dos Grammys latinos. Esto es una nueva industria y es un honor estar al lado de tantas leyendas en la categoría de música tropical. Estoy en las nubes representando al Perú. El disco se llama Live in Perú por algo (risas).

Si bien tu carrera se ha desarrollado más en el extranjero, pasaste una buena parte del 2021 en el Perú y te acercaste al público nacional. ¿Cómo fue esta experiencia?

Todo comenzó con Yo Soy, me divertí mucho con ese programa. Fue una experiencia muy bonita. No esperaba que me invitaran a La Voz. Cuando me dijeron lo de La Voz Senior, nunca me imaginé el impacto que iba a tener en mi vida. Dios tiene un propósito para todo el mundo y yo tenía que estar ahí porque fue cuando me sorprendió mi mamá. Esa experiencia fue inolvidable y ojalá que la pueda repetir algún día. Amo a mi Perú y compartir con los otros coaches fue lo máximo.

Hace unos años, te descalificaron de una nominación. Como persona católica, ¿Sentiste esto como una prueba divina?

Si eso no hubiese pasado, ahora no tendría tantas personas que me apoyan en la industria. Otros músicos se pusieron en mi lugar, el de un artista independiente intentando hacer algo muy bueno para la música latina, con mucho respeto y amor. Esta plataforma es de las pocas que tenemos nosotros para ser reconocidos sin tener marketing.

Que me quiten esa oportunidad, simplemente porque no tenía suficientes palabras en español, donde la música es claramente latina, marcó una etapa importante, porque la gente sintió que me lo merecía.

Regresé con un disco más fuerte y en español, salí nominado y gané dos Latin Grammy como mejor productor del año. Ahora estoy viviendo un sueño con esta nominación. Cuando uno viene haciendo cosas de calidad y tiene la constancia, se abren estas puertas. Para mí se abrieron ahora, pero yo vengo trabajando muchos años.

Se habla mucho del talento de las personas, pero también hay un gran trabajo detrás de todo.

Dios pone cosas en tu camino para aprender. Nada debería desanimarte. Cada vez que me he tropezado con una dificultad, gracias a Dios, he tenido padres motivadores que me ayudaron a salir adelante. Por ejemplo, mi papá peleó para que pudiera entrar a la universidad porque mis calificaciones no eran tan buenas.

Esos momentos son traumantes porque sientes que tu mundo se derrumba. Esto es por Dios y para Dios. Yo hago lo mejor que puedo, pero al final todo está en sus manos. Estoy agradecido con los momentos buenos y los momentos malos, porque uno aprende de eso.

Los fracasos también nos hacen sentir humanos…

A mi me gusta trabajar por mis éxitos. A veces duermo 2 horas en el estudio y no puedo comer. Cuando te nominan y estás parado en las premiaciones y dicen tu nombre como ganador, uno dice: “todo valió la pena”. Hay mucha gente en esta industria que te dicen que necesitas mil cosas para tener éxito. Yo estoy aquí para decir que lo puedes lograr con tu talento y esfuerzo.

Hablando de esfuerzo, tu admiras mucho a Michael Jackson, un artista caracterizado por ser excesivamente perfeccionista.

Aparte del desenvolvimiento en el escenario, era un músico fenomenal. Cuando trabajé con Quincy Jones (productor de Michael Jackson), él me contaba que MJ se dormía en su consola. Era un monstruo. Algo así no existe. Aprendí a ser como él a través de ese proyecto que hice el tributo de MJ. No me considero nada cercano a lo que era Michael, pero capturé de él la importancia de la ética del trabajo. No solo es el talento sino su dedicación al arte, su entrega total al público y su legado. Quería ser el mejor y lo logró. Yo quiero hacer lo mismo con mi potencial.

En tus canciones usas recursos como fades e incluso riffs de guitarras eléctricas algo poco común en la salsa. ¿Cómo trabajas para darle el toque personal a tus producciones?

Yo soy un amante de muchos géneros. Ahora soy salsero porque entró la salsa al corazón, pero eso no quiere decir que no escuche otros artistas y géneros. Por eso, yo creo mi propio concepto de salsa.

Tengo la canción “Tu mejor equivocación”, que mezcla trap con salsa. Mi inquietud me lleva allá porque tengo todas estas influencias. Cuando uno ve mi show, verás guitarras eléctricas, synths, violines y hasta un coro gospel como si fuese una iglesia.

Todas estas cosas hacen la diferencia. Mi nacionalidad musical no es de ningún lugar. Sin embargo, estoy aferrado fuertemente al Perú porque es mi país y el primer instrumento que empecé a tocar es el cajón.

Debe ser también el núcleo que vienes haciendo. Es lo que representa al país.

A los músicos de todas partes del mundo les encanta. Ellos escuchan el landó y dicen: “Dios mío, ¿qué es esto?”, al momento de sentir el ritmo 6/8 del festejo se preguntan qué género es. Cuando llevo mis arreglos y toco en vivo, la gente se emociona porque es diferente.

Por esto, no me considero un músico netamente salsero y nunca lo voy a ser. Siempre voy a fusionar con otros ritmos porque es mi inquietud musical.

¿Cómo fue trabajar con tu mamá?

Ha sido una bendición. Dios nos ha dado la oportunidad de hacer algo muy lindo juntos. Nosotros trabajamos juntos desde hace mucho, yo tocaba la batería para sus shows desde que tenía 13 años.

Mi papá quería hacerle un álbum desde hace mucho, pero no fue fácil vivir en este país como inmigrante y nunca se pudo hacer realidad ese sueño. Compró instrumentos, pero tenía dos trabajos y no era muy bueno con la tecnología… Nunca lo pudo pagar. Mi mamá trabajaba también. Era imposible.

La familia de Tony siempre fue amante de la música. A los 13 años empezó a tocar batería en las presentaciones de su mamá.

Nunca vi a mi mamá como artista, la veía como una cantante.Todo cambió cuando cantó frente a mí. Fue increíble. Millones de personas lo vieron. Veía los comentarios y yo dije: “Dios mío, es el momento de hacerle su producción. Mi mamá es una artista, no importa su edad, ella nació para esto”.

Para mí y para mi mamá, la música lo es todo, solo que ella no tuvo opción. Ahora yo le doy este regalo. No solo es para ella, sino también para mí. Como hijo hacerle una producción a tu mamá es lo máximo. El esfuerzo que le pongo en cada detalle es enorme.

“No me acostumbro” es la primera canción de todo un disco que va a salir, con grandes invitados. Es una señora de más de 60 años cantando con artistas internacionales en su álbum debut. Mi sueño es esto. Presentar a una nueva artista a su edad. ¿Te imaginas? Voy a sorprender a la gente con esta producción porque sé que mi mamá la va a romper.

El disco saldrá este año, pero quería regalarle a la gente un adelanto. Tiene un mensaje para revalorizar a nuestras familias y honrar a nuestros padres. Este será un año de locura.

¡Felicidades por el nacimiento de tu hija! ¿Cómo llevas este nuevo tiempo como padre?

Quiero seguir el legado de mis padres que sacrificaron todo por sus hijos. Quiero vivir algo así con mis hijos, que me amen así como yo amo a mis padres. Es ahora que comienza el trabajo y sacrificio.

Tony Succar con su pequeña hija Emma

La estoy llevando de dos formas: estoy super feliz por este cambio radical. El amor que uno siente por un hijo es fuera de serie. Y por otro, lado es dormir casi nada. Estoy modo zombie pero recuperándome poco a poco, pero lo estoy disfrutando. Ser padre es lo más grande que existe en el planeta. Mi vida tiene una razón mucho más grande: mi hija. La veo y quiero lo mejor para ella, veo que será una historia de vida y me emociono.