La socialité está convencida de que las cosas irán bien con el empresario y luce anillo de compromiso.
Por Walter Chunga
La ruptura por una infidelidad entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en septiembre, ocupó las primeras planas de los medios internacionales. Sin embargo, la marquesa de Griñón decidió darle una nueva oportunidad al empresario, es así que la pareja empezó con pie derecho el nuevo año. Hace tan solo unos días, Falcó y Onieva tuvieron una escapada al Polo Norte en donde se les veía muy enamorados.
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Esta reconciliación nos hace preguntarnos en lo que habría pasado con el anillo de compromiso al que Tamara Falcó se refirió luego de haber terminado con Íñigo Onieva hace unos meses: “Dejé el anillo sobre la mesa, cogí a mis perras, intenté meter todo en un bolso, vino una amiga por mí y me fui a casa de mi madre».
No obstante, el anillo ha regresado a la marquesa, luego de que ella misma compartiera en Instagram fotografías en las que se la ve luciendo orgullosa el símbolo de amor en la mano derecha.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva se besan mientras ella luce el anillo de compromiso en su mano derecha.
«Nos vamos felices con unos recuerdos espectaculares de una naturaleza que se mantiene prístina y un confort como si estuvieras en tu propia casa», ha opinado Tamara Falcó sobre el viaje de reconciliación.
Aunque en un principio, parece pasar desapercibida en la fotografía, en un plano más cerrado se logra observar el anillo que Falcó alguna vez mostrara en televisión.
Tamara Falcó y sus planes de boda
Respecto a que la marquesa está utilizando nuevamente el anillo de compromiso significa que los planes de boda ya previstos siguen en pie, Tamara dijo lo siguiente el pasado jueves en El Hormiguero: «Nos casaremos, si Dios quiere, pero lo diré en siguientes episodios», avanzó.
Tamara Falcó sobre la reconciliación con Íñigo dijo: «Decidimos enterrar el hacha de guerra la semana de Navidad. Él no tenía mi móvil y escribió a una amiga para decirle que quería hacer las paces conmigo. Me pareció bien y lógico», comenzó explicando.
Eso los llevó a asistir juntos en Nochebuena a la Misa del Gallo. «Después de la misa nos quedamos hablando, intercambiamos las cosas que me habían hecho daño, las que le habían hecho daño a él y ya quedamos en plan de amigos. Le di mi teléfono nuevo y nos empezamos a mensajear», contó la hija de Isabel Preysler.
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