A pocos días de celebrar su primer Día del Padre, el empresario, que hasta hace algunos meses mantenía su vida privada alejada de las cámaras, presenta a sus mellizos por primera vez ante un medio de comunicación y reflexiona sobre esta nueva y retadora faceta.
Por Arianna Gonzáles Fotos: Rafa Bertorini (@rafabertorini.ph)
Han pasado solo tres meses desde que la vida de Renzo Costa cambió por completo. El empresario ha descubierto en la paternidad su reto más grande, que afronta con más de una sonrisa y suspiros que se le escapan al ver a Massimo y Santino, sus mellizos, fruto de su amor con Thalía Alva.
Renzo Costa nos espera en su departamento mientras carga a Massimo. Las puertas del ascensor se abren y no veo más al empresario que imaginaba que me recibiría, sino a un padre entregado a su labor que mira a su bebé con ojos embelesados. Santino aún duerme, y los ruidos del exterior parecen perderse en el ambiente. La calma reina, y Renzo se dispone a darle el biberón a Massimo. “¿Son duras las noches?”, le pregunto, pues el bebé parece bastante tranquilo. “Demasiado”, me responde con una sonrisa, como si no le importara tener que mantenerse en vela y despertarse al día siguiente para seguir dirigiendo una empresa que ha comenzado su expansión internacional.
Renzo siente que la paternidad le llegó en el momento correcto. Había hablado con Thalía sobre convertirse en papás, pues, en sus palabras, se sentía “completamente preparado”. “Para mí, ser padre significa estar en una etapa consolidada y madura, y tener a tu lado a la mamá correcta. Cuando comencé a conocer a Thalía, dije: ‘Ella es’ ”. Grande fue su sorpresa al enterarse de que su familia no solo crecería con la llegada de un integrante, sino de dos. “Yo tengo familiares que son mellizos, pero nunca te pones a pensar que te va a pasar a ti. Fue una sorpresa enorme”, recuerda Thalía.
Aunque desde el inicio de su relación la pareja decidió evitar las cámaras, la noticia del embarazo de Thalía fue muy difícil de ocultar, y en diciembre del año pasado se hicieron públicas imágenes que la mostraban con una prominente pancita de embarazo. Dos meses después, en febrero de este año, llegaron al mundo los herederos del “rey de los cueros”. “Fue por cesárea. Eran muy grandes. Uno ya pesaba tres kilos y el otro casi tres kilos”, recuerda Thalía del día que junto a Renzo definen como uno de los mejores de su vida. “Cuando te enteras de que serás papá, comienzas todos los días a pensar cómo será cuando lleguen, y realmente el día que llegaron no lo olvidaré nunca. Esa sensación de ver por primera vez a tus dos hijos es incomparable”, sostiene Renzo.
Desde aquel día, las prioridades cambiaron, y la faceta de empresario ha sido desplazada por la de padre. “A veces pospongo mis reuniones para poder seguir cuidando a los bebés”, reconoce. Sin embargo, no le incomoda priorizar su tiempo y compartirlo con sus hijos.
“La paternidad me llegó en una etapa en la que necesitaba que llegue. Yo ya voy a cumplir 50 años, y a esta edad ya nada te anima mucho; llegaron mis hijos y dieron vida a mi vida. Son la pieza que faltaba”.
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- Styling: Isabella Arizola (@isabellaarizola)
- Makeup & Hairstyle: Lucero Saavedra (@valu.makeupartist)
- Agradecimientos: Sumy Kujón (@sumykujon), Ana G. (@anagofficiel) y Juguetería Caramba (@jugueteriacarambaperu)
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