Para el príncipe Harry fue difícil superar la muerte de su madre. Durante muchos años, incluso, pensó que seguía viva.

Por Redacción COSAS

La muerte de la princesa Diana conmocionó a todo el mundo. Sin embargo, como era de esperarse, causó un impacto mayor en sus familiares cercanos, en especial en sus hijos. El príncipe Harry es quien más se ha sincerado sobre el proceso que vivió tras el trágico accidente en el que falleció su madre. Recientemente, ha revelado lo mucho que le costó superar su muerte y que incluso se aferró a la idea de que ella seguía viva.

En una entrevista con 60 Minutes, el príncipe Harry confesó que no creyó en la muerte de Diana hasta que cumplió 23 años. Según el duque de Sussex, se convenció de que su madre estaba viva y que pasarían unos años hasta que los contactara a él y a su hermano, el príncipe William, para reencontrarse.

“Simplemente me negué a aceptar que ella se había ido. En parte fue porque creí que ella nunca nos haría eso. Pero también, en parte tal vez sentí que todo era parte de un plan. Durante un tiempo creí que estaba viva y nos llamaría para vernos”, reveló.

La búsqueda de la verdad del príncipe Harry

Príncipe Harry y Lady Di

El duque de Sussex siempre fue muy cercano a su madre, Lady Di.

El príncipe Harry afirmó haber estado convencido de que su madre, la princesa Diana, estaba viva. Para reforzar su teoría le pidió a la policía de Reino Unido acceder a las fotografías y documentos relacionados con la muerte de Lady Di.

“Estaba buscando principalmente pruebas de que ella estaba en el auto. Pruebas de que estaba herida y pruebas de que los mismos paparazzi que la persiguieron hasta el túnel eran los que estaban tomando fotografías de ella medio muerta tirada en la parte trasera del auto. Las imágenes mostraban el reflejo de un grupo de fotógrafos tomando fotografías a través de la ventana y el reflejo en la ventana eran ellos”, cuenta el príncipe Harry.

El duque de Sussex también recuerda que, a pesar de que pudo conseguir las fotografías del día de la muerte de su madre, no llegó a ver las imágenes explícitas por recomendación de su secretario privado.

“Todo lo que vi fue la nuca de mi madre caída en el asiento trasero. Le estaré eternamente agradecido ( a su entonces secretario privado) por negarme la capacidad de infligirme dolor al ver eso. Porque ese es el tipo de cosas que se quedan en tu mente para siempre”, sostuvo.

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