Tres trimestres han pasado desde que Dina Boluarte juró como presidenta del Perú por sucesión constitucional. De aquel 7 de diciembre a la fecha, se puede ver un notable cambio en su aspecto físico. En esta nota, una experta analiza su nueva apariencia y estas son sus impresiones.

Por Redacción COSAS 

El gobierno de Dina Boluarte está próximo a cumplir nueve meses, luego de que en diciembre se convirtiera en la primera mujer en ocupar el sillón presidencial en el país. Su gestión ha estado en la mira de todos desde el inicio; sin embargo, ahora es su aspecto físico el que ha generado especial atención, dado que en los últimos meses se han dejado ver algunos cambios en su apariencia, por lo que muchos han comenzado a especular sobre un posible tratamiento estético.

Los rumores han aumentado, pues la presidenta se habría ausentado del ojo público y de las cámaras desde el 28 de junio –cuando condecoró a los policías que abatieron al delincuente apodado Maldito Cris, y a los que participaron en la captura del Camarada Carlos en el Vraem– hasta el 10 de julio, cuando se reunió con el diputado y secretario general del Partido Liberal Democrático de Japón, Toshimitsu Motegi. Esta ausencia habría sido interpretada por usuarios en redes sociales como un descanso posterior a la realización de un rejuvenecimiento facial.

Durante el mensaje a la nación, los usuarios de X, antes Twitter, se preguntaban si la presidenta se había sometido a un cambio estético, y sugerían que podía haberse operado la nariz o aplicado bótox para atenuar las líneas de expresión. Aunque hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial por parte de la mandataria, pues es un aspecto de su vida privada y no es un hecho de relevancia pública, consultamos con una especialista para saber si los comentarios de usuarios en redes tienen algún sustento.

Tras analizar dos fotografías, una tomada a inicios del gobierno de Dina Boluarte y otra recientemente, la doctora Ruth Guerra, especialista en dermatología y medicina estética, identificó algunos cambios en el tercio superior, medio e inferior del rostro de la presidenta. “Veo que en la parte superior ya no existen las líneas de expresión de la frente ni del contorno de ojos. Se ha trabajado el tercio superior probablemente con toxina botulínica o bótox”, señala.

“Quizá se ha colocado en el tercio medio puntos de anclaje con ácido hialurónico; podría haberse colocado también hilos tensores para poder reposicionar y levantar el tercio medio”, sostiene la doctora Ruth Guerra.

En el caso del tercio medio, en la foto de inicio de su gobierno, la doctora nota que la presidenta tiene “los surcos bien marcados”, algo que cambia en la foto más reciente. “Quizá se ha colocado puntos de anclaje con ácido hialurónico; podría haberse colocado también hilos tensores para poder reposicionar y levantar el tercio medio”, sostiene.

También nota cambios en el tercio inferior. “Se ha trabajado muy bien el contorno facial, probablemente con hilos lisos, también con hilos espiculados, sobre todo para traccionar; y se ha colocado probablemente encima para distribuir el volumen, porque ya no se ve mucha papada. También se habría trabajado con ácido hialurónico para formar más el contorno y posiblemente también una técnica de Nefertiti en el cuello, donde se aplica bótox, que alisa y mejora la calidad del cuello”, agrega la especialista en dermatología y medicina estética.

Abril 2023 / Agosto 2023

Sin embargo, no solo el uso de hilos tensores y bótox habría favorecido el rostro de la mandataria, sino que también se habría apostado por el uso de bioestimuladores. “Estos pueden haber favorecido todo su rostro, y probablemente la han podido tratar con máquinas. Podrían haber recurrido a Morpheus, que trabaja todas las capas de la piel en rostro y cuello, HIFU y quizá Emface, que se encarga de tensar el rostro y mejorar el contorno facial, aunque este último es poco probable, debido a que no hay muchos de estos en el mercado”, menciona.

Un cambio natural en el rostro es posible con la combinación de procedimientos estéticos como la aplicación de bótox, toxina botulínica, ácido hialurónico e hilos tensores, con el apoyo de máquinas de última tecnología como las mencionadas en el párrafo anterior. Son tratamientos ambulatorios que generan una mejoría sustancial tanto en el aspecto físico como en la autoestima. Según la doctora Guerra, los resultados son casi inmediatos, llegando a verse un 60% o 70% de los resultados al momento y, conforme pasan las semanas, el rostro consigue verse mucho mejor.

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