Hoy, en su cumpleaños número 70, Mario Testino sigue siendo una figura emblemática en el mundo de la fotografía. Por años, Testino fotografió a celebridades como Kate Moss, Madonna y Naomi Campbell, así como a miembros de la familia real británica, incluida la princesa Diana. La fotografía de moda y sociedad requiere un nivel muy intenso, y como él mismo dice, “es importante saber vivir de acuerdo a la edad que tenemos”. A sus 69 años, el fotógrafo peruano más importante de nuestros tiempos encontró un nuevo foco: la naturaleza. En medio de su exhibición “Gone Wild” en Hamiltons Gallery, conversó con COSAS sobre su presente fotográfico y la perdurabilidad de su obra

Por Arianna Gonzales

Por más de cuarenta años, Mario Testino estuvo involucrado en la fotografía de moda y sociedad. Se convirtió en uno de los fotógrafos más cotizados del rubro, llegando a trabajar con modelos tan reconocidas como Gisele Bündchen, Naomi Campbell y Kendall Jenner, y personalidades de la talla de Lady Di. Un arduo trabajo que, a pesar de haberle brindado una enorme popularidad, hoy ha dejado atrás para enfocarse en un nuevo rubro. “Trabajaba sin parar, en aviones cada tres o cinco días. Creo que para realmente hacerlo bien, tienes que estar dedicado al 100%, dejando atrás incluso tu vida personal. El precio es alto. A los 65, decidí que la vida me ofrecía otras oportunidades y una manera diferente de hacer lo que amo”, dice en medio de su exposición “Gone Wild”, que hoy se muestra en Hamiltons Gallery.

“El proyecto en el que estoy trabajando se llama “A Beautiful World”. Es de ahí que sale “Gone Wild”. De tanto viajar a lugares explorando sus tradiciones, empecé a observar y a interesarme también por la flora y fauna local. El primer paso que di en esta dirección fue en 2007, cuando inicié la serie Alta Moda, documentando trajes tradicionales del Perú. Fue increíble ver la reacción del mundo entero y de los mismos peruanos. A veces nos acostumbramos a lo extraordinario y no vemos la belleza en la vida cotidiana. Vi a las personas de mi país sintiéndose orgullosas de su identidad. Esta experiencia me hizo explorar más la idea de pertenencia. Ser parte de una comunidad, sea por la geografía, la religión, la profesión, el interés artístico u otros, se expresa muchísimo a través del vestir, y es eso lo que me apasiona descubrir y retratar”, cuenta el fotógrafo, quien reconoce que la moda le enseñó mucho sobre luz,composición, movimiento, elegancia y actitud, lo que le sirve sobremanera en su trabajo artístico actual. “Me dio un estilo que ahora veo aplicado a mi trabajo personal. Como fotógrafo de moda, mi misión al final del día era vender productos, respondía a publicaciones o clientes. Hoy nada de comercio entra en mi trabajo. Tengo la posibilidad de viajarycapturarlastradicionesquetantomehaninfluenciado,sin otro compromiso que mostrarlas desde mi perspectiva y con las características de mi visión de la fotografía. Quizá podemos decir que ambos mundos se encuentran en la ropa, que es una forma de expresión tanto de la moda globalizada como de las tradiciones de muchas comunidades”, dice.

“Gone Wild” nace, en palabras de Mario Testino, “de tanto viajar a lugares explorando sus tradiciones”. “Empecé a observar y a interesarme también por la flora y fauna local”, revela.

Al contrario de lo que se pueda pensar al referirse a una exposición que retrata animales, “Gone Wild” no contiene fotos como las que estamos acostumbrados a ver en “National Geographic”. Mario ha retratado animales en santuarios, que han sido recogidos después de algún accidente o tras ser abandonados a temprana edad. “Los fotografío junto a los elementos que quiero, armo las composiciones a mi manera para recrear en imágenes un mundo que solo existe en mi imaginación. Mirándolo desde la moda, me hace pensar en las fotografías que hacía a las colecciones de alta costura, que respondían a los mundos de fantasía y de lujo creados por cada diseñador”, dice, no sin antes anunciar que esta exposición, al igual que varias imágenes de su trabajo en el mundo de la moda, también se convertirá en un libro. “Vendrá uno el año que viene, cuando presente la serie en Europa”, adelanta, sin descartar la llegada de la exposición al Perú. “Siempre me gusta llevar mi trabajo al Perú. Solo hay que encontrar el momento y el lugar adecuados”, dice.

Un esfuerzo en pro de la diversidad

Este cambio de enfoque, más allá de centrar el trabajo de Mario en la flora y fauna de distintas partes del mundo, explora la diversidad de identidades culturales, y significa un esfuerzo por preservar, a través de la fotografía, la belleza diversa que tiene cada país y cada comunidad. El estilo de vida cosmopolita y aventurero de Mario lo ha llevado a recorrer incontables lugares con diferentes culturas y tradiciones, muchas de las cuales se están perdiendo. “Fui a Myanmar, donde conocí y fotografié varios grupos étnicos y comunidades. Veo que muchas de las tradiciones que capturé ya no existen, ya que solo los mayores mantenían ciertas costumbres y con sus muertes desaparece una cultura”, sostiene. Por ello, su compromiso con la preservación se ha fortalecido en los últimos años. Aunque desde fuera, mira con cariño nuestro país, el suyo también, e impulsa a continuar apoyando las iniciativas artísticas que aquí se gestan. “El Perú tiene mucho por ofrecer y mucho espacio para crecer. Necesitamos tomar conciencia como peruanos de la importancia del arte como catalizador de cambio y progreso. Es algo que no debemos olvidar y que debemos apoyar por completo”, resalta.

Un trabajo que permanece en el tiempo

Mario Testino fue el encargado de la última sesión de fotos que Lady Di hiciera en vida. Las fotos se realizaron para la portada de “Vanity Fair” en julio de 1997. Diana falleció solo un mes después, en agosto de
aquel año.

Hace poco, el trabajo de Mario como fotógrafo de sociedad y moda volvió a colocarse ante los ojos del mundo. La serie británica The Crown recreó la última sesión de fotos de Lady Di, en 1997, en donde el peruano estuvo detrás del lente. Elizabeth Debicki posó para Charlotte Hadden, quien ha confesado que hizo lo posible porque al ver los retratos de Debicki fuera reconocible la icónica sesión. Un homenaje no solo a Lady Di, sino también a Mario y a su trabajo.

“Me parece muy interesante ver cómo fotos que hice acabaron marcando parte de la historia de un país, de una familia real, e incluso un momento en nuestra historia común. Nunca me lo habría imaginado, y agradezco a la vida por darme esa oportunidad. Estaré siempre agradecido también por haber conocido a Diana. Es increíble retratar a alguien cuya magia es tal que podía ser sentida por todos, incluso por quienes no la conocían”, dice, y me animo a preguntarle si volvería a dedicarse a la fotografía de moda. Es sincero y me dice que no. “Creo que es importante saber vivir de acuerdo a la edad que tenemos. Llega un momento en el que hay que dejar a la gente joven tomar el relevo. A los 69, no siento la motivación de estar en el mundo de la moda, que requiere una atención completa y mucha entrega. Estoy en un momento en el que quiero aprovechar mi tiempo para mí y fotografiar solo lo que ahora me mueve”. Aunque no en la moda, hay trabajo de Mario Testino para rato.

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