El actor estadounidense Sylvester Stallone admitió que Dolph Lundgren le parecía «demasiado perfecto» para el papel de Iván Drago en Rocky IV y «lo odiaba».
Por Iris Torrejón
La carrera de Sylvester Stallone ha estado marcada por colaboraciones con legendarios actores del cine de acción, pero una de las asociaciones más emblemáticas fue con Dolph Lundgren en la cuarta entrega de la exitosísima saga de Rocky. Pese a la gran actuación que ofrecieron a los fanáticos de la saga, en un inicio Stallone se opuso a compartir escena con el actor sueco.
En una reveladora entrevista en el programa The Tonight Show con Jimmy Fallon, Stallone confesó que inicialmente «odiaba» a Lundgren, recordando el proceso de búsqueda del coprotagonista perfecto para Rocky IV. Stallone buscaba a alguien «enorme, horrible y cruel», y Dolph Lundgren, con su presencia imponente, encajó perfectamente en esa descripción.
«Entonces, de repente, se abrió la puerta, entra el humo, se hace la luz, los hombros así de anchos, todo era perfecto. Incluso sus pantorrillas asomaban a través de su ropa. Musculoso. Los ojos azules mirándome el alma. Era el verdadero Terminator y dije: ‘Odio a este maldito tipo. Lo odio. Es demasiado guapo, demasiado perfecto. Y si yo lo detesto, seguro que el mundo lo hará'», contó entre risas el actor confesando que no consideraba que Lundgren sea la mejor opción para la cinta.
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A pesar de aquel complicado inicio, la relación evolucionó y se transformó en una amistad sólida que ha sabido perdurar con los años. Hace algunos años, Stallone y Lundgren compartieron nuevamente la pantalla en proyectos como Creed 2 y la saga The Expendables, demostrando que el respeto mutuo superó cualquier malentendido inicial.
El momento de tensión entre Sylvester Stallone y Dolph Lundgren
Sin embargo, incluso las amistades sólidas tienen sus altibajos. Lundgren reveló una experiencia tensa durante el rodaje de The Expendables en 2010, donde Stallone, además de dirigir la película, tuvo un trato severo con él al criticar duramente su actuación y hacerlo grabar hasta 20 tomas de una misma escena. El actor sueco admitió haberse sentido humillado frente al equipo y la prensa internacional presente. Incluso, llegó al punto de considerar golpear a Stallone y abandonar el set.
«Recuerdo que estaba llorando un poco, pues estaba realmente molesto. Llamé a mi esposa en ese momento y básicamente le dije: ‘Si dice una palabra más, lo noquearé y me voy de aquí. Solo voy a golpearlo y marcharme'», señaló el actor.
No obstante, Stallone, consciente de su error, se disculpó con Lundgren antes de que la situación empeorara y las filmaciones continuaron con normalidad.
«Me dieron un golpecito en la espalda y era Sly. Él estaba como: ‘Lo siento por eso. Hagamos otra toma y sigamos adelante'», contó Dolph en una entrevista.
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