Kamala Harris podría hacer historia como la primera mujer en asumir la presidencia de Estados Unidos. En esta campaña, la moda ha jugado un papel importante en la proyección de su imagen empoderada.
Por Redacción COSAS
Con la retirada de Joe Biden de la carrera presidencial el pasado 21 de julio, todas las miradas se han posado en Kamala Harris, quien podría hacer historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Harris no solo está lista para asumir el desafío, sino que también está redefiniendo cómo debe verse y comportarse una mujer en el poder, una tarea que va más allá de la política y se extiende hasta su elección de vestimenta.
Harris está redefiniendo cómo debe verse y comportarse una mujer en el poder.
La moda como declaración de poder
El 22 de agosto, durante la Convención Nacional Demócrata, Kamala Harris subió al escenario vistiendo un traje azul marino de Chloé, una elección que refleja tanto su seriedad como su enfoque en la neutralidad y profesionalismo. Este traje, que forma parte de una serie de conjuntos cuidadosamente seleccionados, como el traje color caramelo que usó al inicio de la convención, está diseñado para transmitir autoridad sin caer en tendencias pasajeras. Desde que Chemena Kamali asumió la dirección creativa de Chloé, la marca ha sido clave en la construcción de la imagen pública de Harris, una imagen que ahora también incluye colores más vivos y una mayor presencia en el escenario internacional.
Kamala Harris ha ampliado la paleta de colores de su closet gracias al trabajo con diseñadores importantes.
La elección de Harris de trabajar con diseñadores como Sergio Hudson y Prabal Gurung, junto con su uso constante de sus icónicas perlas y tacones de Manolo Blahnik, demuestra que está dispuesta a proyectar una imagen de poder que es tanto moderna como tradicional. No obstante, esta decisión ha generado debate sobre si debería haber optado por marcas estadounidenses para reforzar su patriotismo, una crítica que refleja el escrutinio único que enfrentan las mujeres en posiciones de poder.
El desafío de la percepción pública
La discusión sobre si Kamala Harris proyecta una imagen “presidencial” va más allá de su vestimenta. Según la crítica de moda Vanessa Friedman, la forma en que una mujer líder se presenta es crucial para su aceptación en la esfera política. Harris, consciente del escrutinio adicional que enfrentan las mujeres en su posición, ha optado por mantener un estilo coherente con su pasado como fiscal y senadora, mientras ajusta sutilmente su imagen para reflejar su nuevo rol en la política nacional.
Kamala Harris utilizando un traje blanco de la marca Carolina Herrera.
Históricamente, la vestimenta de las mujeres en el poder ha sido objeto de un escrutinio mucho más riguroso que la de sus colegas masculinos. Mientras que un hombre puede pasar desapercibido con un traje estándar, las mujeres líderes deben navegar entre expectativas de estilo y mensajes políticos. Para Harris, esto significa elegir con cuidado cada conjunto, asegurándose de que su imagen refuerce su mensaje sin desviar la atención de sus objetivos políticos. Por ejemplo, el uso de un traje blanco de Carolina Herrera la noche en que Joe Biden declaró su victoria en 2020 no fue una elección frívola, sino un homenaje a las mujeres que la precedieron.
En 2021, se informó que Harris estaba trabajando con la estilista Karla Welch, conocida por su enfoque en la narración a través de la moda. Actualmente, se cree que colabora con Leslie Fremar, otra estilista de renombre en Hollywood. Estos profesionales han ayudado a Harris a construir una imagen que equilibre la seriedad política con la alegría personal, una combinación que sus colegas demócratas han elogiado repetidamente.
Los desafíos de las expectativas tradicionales de género
El estilo de Kamala es versátil y puede lucir un look divertido cuando sea necesario.
En última instancia, la forma en que Kamala Harris se presenta al público es tanto una declaración de su preparación para liderar como un desafío a las expectativas tradicionales de género. Como Barack Obama señaló en 2016, las mujeres en el poder deben hacer todo lo que se espera de sus colegas masculinos, pero con el peso adicional de expectativas sociales y estéticas.
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