En conversación con COSAS, la joven actriz habla de su primer desnudo en el cine, sus colaboraciones con streamers, las polémicas que ha sorteado y su tránsito a la adultez 

Por: Diego Ochoa Acosta

Francisca Aronsson ha vivido su transición artística en vitrinas tan diversas como una serie para Netflix en España (donde enfrentó su primer desnudo), una película que le exigió cantar y volver a los años 90, y colaboraciones con creadores de contenido. Para ella, el 2025 ha sido un año intenso de vulnerabilidad, crecimiento y definiciones.

Y aunque apenas tiene 19 años, Francisca es una de las pocas actrices peruanas que ha logrado actuar en producciones de peso en plataformas como Netflix, Amazon y más. Su presencia en estas pantallas internacionales no solo ha amplificado su alcance, también ha puesto a prueba su madurez frente a públicos diversos.

Francisca Aronson

La actriz peruana reconoce que el 2025 ha sido un año de vulnerabilidad y desafíos, marcado por proyectos que la sacaron de su zona de confort.

Desde niña estuvo frente al público; crecer sí tiene su peso. Ha enfrentado críticas por colaborar con streamers de la escena popular limeña, por exponer opiniones o simplemente por modulaciones en su voz. Sin embargo, ella ha aprendido a distinguir sus roles: como actriz, con compromiso profesional; como joven que quiere relajarse, con libertad. Sabe que responder con calma también es una forma de estar firme.

En esta charla, Francisca habla claro: lo que cuesta crecer bajo el foco, cómo protegerse sin dejar de expresarse y cuáles son sus próximos pasos en el mundo del cine y la TV internacional.

Sobre sus proyectos recientes y retos personales

Francisca Aronson

Francisca Aronsson enfrenta la exposición pública con una madurez que sorprende incluso a quienes la vieron crecer en la pantalla.

¿Cómo te encuentras hoy en tu carrera? ¿Cómo sientes que este 2025 ha sido para ti?

Bastante bien, pero bastante retador, porque los proyectos que he estado realizando en estos últimos meses han sido muy fuera de mi persona. Por ejemplo, realizar mi primer desnudo en una serie para Netflix en España fue algo que me llevó a un estado muy vulnerable, como también cantar o transportarme a la época de los 90 para la película Los Potosíos Fantásticos. Ha sido un viaje muy extenso, pero muy especial.

¿Cómo sientes que tu participación en plataformas internacionales como Amazon o Netflix ha sumado a tu carrera?

Muy bien, porque las plataformas te dan a conocer a nivel mundial. Estuve en Hawái de vacaciones y me di cuenta de que esas series que hago se ven en países que nunca imaginé. Eso te hace ver que la cara puede volverse conocida más allá de tu país.

¿Cómo ha sido crecer ante el ojo público y que todavía algunas personas te vean como “la niña”?

Ha sido difícil. El público me ha visto crecer desde los ocho años. Hay gente que no quiere soltarse de esa imagen, pero siento que poco a poco aceptan que me estoy convirtiendo en mujer. Me gusta la persona que estoy conociendo, con 19 años recién cumplidos, tengo muchos retos por delante.

Imagen pública y cómo enfrentarse a las polémicas

¿Qué estrategias has usado para proteger tu imagen y no caer en escándalos?

Internacionalizarme ha sido una de ellas: salir del país, diversificar. También intento no exponer tanto mi vida privada, diferenciar entre Francisca actriz y Francisca influencer. Además, tengo un equipo cercano, y mi madre y padre están presentes, lo que me ayuda a mantener algo de normalidad.

¿Por qué decides colaborar con streamers aun cuando eso pueda generar críticas?

Creo que parte de mí es esa chica joven que quiere divertirse, improvisar, reírse con amigos. Las horas del streaming son horas de relajo para mí. Sí lo hago de forma ocasional, con personas que me parecen correctas, porque sé que hay riesgos en la exposición.

¿Te ha traído consecuencias negativas el exponerte en streaming?

Sí, me ha pasado. Me retiré por muchos meses. Algunas opiniones mías se tomaron como ataques personales. Eso me hizo replantear cuándo opino y cuándo prefiero callar.

Francisca Aronson

Desde que era niña, Francisca ha estado frente a las cámaras y ha tenido que aprender a manejar las críticas que acompañan a la fama temprana.

Regreso al Perú, ficción nacional y proyección futura

¿Cómo fue para ti volver al Perú después de trabajar fuera?

Regresar con Pituca sin Lucas o trabajar en películas peruanas me conecta con mis raíces. Veo que hay avances técnicos: sets con cámaras de alto nivel, mejores producciones. Pero también veo retos: guiones sólidos, inversión continua y un marco regulatorio que favorezca más al cine local.

¿Qué sentiste al protagonizar esa escena de desnudo para una serie española de Netflix?

Fue uno de los momentos más intensos de mi carrera. Te sientes vulnerable, expuesta. Estar desnuda frente a un set con muchas personas no es fácil. Pero en esa vulnerabilidad está la fuerza: como actriz, esos retos te hacen crecer.

¿Cuál es tu proyección a futuro? ¿Qué puertas quieres abrir?

Quiero seguir tocando puertas en otros países: España, México, Chile. No quedarme encerrada en un solo mercado. Conocer nuevas culturas, nuevos estilos de producción, y seguir experimentando con roles que me reten.

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