Santiago Roncagliolo, escritor:
La gente en Lima es muy cariñosa. Te vas de una fiesta y te piden que te quedes. Te dan de comer todo lo que puedan. Te preguntan sobre tu vida. En otros países, las personas se comprometen menos. Hacer un amigo toma más tiempo. Las relaciones son más distantes. Cuando regreso al Perú, me acuerdo de eso, y me dan ganas de abrazar y besuquear a todo el mundo. Pero luego regreso a España, y parezco un pervertido.