Nadie nunca pensó que George Clooney, uno de los más grandes galanes de la historia, se podría llegar a casar. Él mismo dudaba querer hacerlo algún día y, contra todo pronóstico, hoy se encuentra felizmente casado con su esposa Amal Clooney, una abogada de derechos humanos. Según Clooney su amor fue algo diferente, de cierta forma nunca fue planeado. Dijo que “desde que se conocieron de alguna manera sintieron que estarían juntos”.
Ayer, en el famoso programa de Ellen Degeneres, nos enteramos sobre la “romántica” y casi torpe historia de cómo, a sus 52 años, le propuso matrimonio a su actual esposa. Cuenta que, como nunca, le cocinó una cena romántica y planeó todo para que ella encuentre el anillo en una caja a sus espaldas. Sin embargo, como cualquier otro mortal, sufrió para poder hacerle entender sus intenciones y, según cuenta, le dijo: “Mira, espero que la respuesta sea sí, pero necesito una porque tengo 52 y es probable que se me disloque la cadera”. Todo mientras estaba arrodillado frente a ella. Felizmente, Amal no le pudo decir que no a George Clooney.
Pero quién mejor para contártelo que el mismísimo George: