El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles del Perú Sinfonía por el Perú, proyecto social que lidera Juan Diego Flórez, busca rescatar a niños y jóvenes de bajos recursos de posibles conductas de riesgo como el consumo de drogas, de alcohol, la violencia y el trabajo infantil, formándolos artísticamente a través de la música y trabajando personalmente valores como la disciplina, la excelencia y el trabajo en equipo.

Juan Diego Flórez firma el libro de visitantes de la Casa Fernandini.

A finales de junio, en una íntima ceremonia, en presencia de no más de veinte personas, se oficializó el acuerdo que la organización mantiene con la Casa Fernandini, que, en su afán por promover la cultura, cobija desde hace algún tiempo los ensayos de niños y adolescentes beneficiados con esta iniciativa. Esta casona es el escenario perfecto para el desarrollo artístico y cultural de los jóvenes que integran las orquestas; además, queda casi frente al Teatro Municipal. Flórez se mostró entusiasmado y agradecido con Petrus Fernandini –nieto del gran filántropo don Eulogio Fernandini de la Quintana– por ceder este espacio que pertenece a los herederos de don Eulogio: Álvarez Calderón Fernandini, Fernandini Bohlin y Aliaga Fernandini.

Flórez durante el concierto que ofreció el 1 de julio en el Estadio Nacional, acompañado por la orquesta juvenil de Sinfonía por el Perú.

A VIVA VOZ

Días después, el tenor ofreció un concierto a beneficio de los damnificados por los huaicos e inundaciones provocados por el fenómeno de El Niño costero. La cita fue el 1 de julio en el Estadio Nacional y contó con un despliegue de más de quinientas personas, entre músicos y bailarines, miembros en su mayoría de la organización fundada por nuestro compatriota.

Juan Diego Flórez y Petrus Fernandini Bohlin.

Flórez interpretó un repertorio variado que él mismo diseñó basándose en sus piezas favoritas y en las preferidas del público, dedicado íntegramente a la música peruana, para lo cual contó con la voz en escena de la cantante Eva Ayllón. Valses, festejos, huainos y hasta cumbias fueron interpretados por el tenor, que días antes había declarado que “la música peruana es nuestra y tenemos que sentirnos orgullosos de ella y vivirla”.

Augusto Ferrero, María Amalia de Ferrero, Lala y Fernando Ferrero.

Temas como “El alcatraz”, “Ojos azules”, “Zaña”, “El cóndor pasa”, “José Antonio”, “Cuando llora mi guitarra”, “El palmero”, “Adiós pueblo de Ayacucho”, “Valicha” y “Mujer hilandera” fueron protagonistas de la emotiva velada, al igual que los niños y adolescentes de la orquesta y coro juvenil de Sinfonía por el Perú, que por primera vez acompañaban al tenor en un recital de semejante envergadura.

Brenda Melvin y Guillermo Toro Lira.

“Si gozamos de nuestra música y a la vez ayudamos a los peruanos, se cierra un círculo perfecto”, comentó el tenor en una entrevista a propósito de su concierto. El trabajo que viene haciendo al mando de Sinfonía por el Perú es, en definitiva, un elemento crucial de ese círculo perfecto.