Es uno de los pocos peruanos que realiza el trail running de manera profesional. Sin embargo, el Diego Casabonne que ya se prepara para el Ultra Trail Harricana, en Canadá, no es el mismo de hace cuatro años atrás. Su historia de cambio busca inspirar a los demás. 

Por María Alejandra López // Fotografías Cortesía de Diego Casabonne

Diego Casabonne (30 años) tenía 18 kilos de sobrepeso hace cuatro años. No se levantaba por las mañanas para entrenar ni se mantenía a punta de menestras y tubérculos. “En esa época no tenía cuello”, dice, riéndose, mientras me enseña una de las fotografías de su pasado. 

Ya no siente vergüenza por recordar quién era: el chico que vivía para trabajar y salir de fiesta los fines de semana. Él asegura, incluso, que no tenía objetivos. Solo quería ascender profesionalmente para ganar más dinero: “La vida se pasa muy rápido porque las personas no tienen tiempo para detenerse y pensar”, reflexiona. 

Todo cambió un día antes de irse a la Copa Mundial de Fútbol 2014, en Brasil. Justo antes de su viaje, Diego se enteró que un familiar cercano tenía cáncer. Su familia lo animó a viajar para despejarse y, durante el trayecto, lo único que hizo fue reflexionar: “Me preguntaba, ‘¿si muero mañana moriría feliz?’ Tenía dinero, trabajo, proyección laboral, amigos, pero no era feliz. La vida era como un círculo vicioso: salía todos los fines de semana y los lunes no podía ni levantarme. Todo cambió cuando me pregunté si eso era lo que realmente quería”, confiesa.

“Cuando me enteré de que un familiar muy cercano a mí tenía cáncer, decidí cambiar mi estilo de vida y poner mi negocio propio. Mi vida cambió 180 grados”.

Tiempo de cambio

En el mes de agosto, un amigo del trabajo lo invitó a la Maratón de Nueva York 2014, que se realizaría en noviembre. Diego no lo pensó dos veces y compró su pasaje. “Fumaba, tenía kilos de más y juergueaba todos los fines de semana”, recuerda.

Para su preparación, que duró aproximadamente tres meses, empezó a entrenar desde cero. “Ahora hago deporte seis veces a la semana: monto bicicleta, salgo a correr y realizo entrenamiento funcional”. Así, descubrió que podía cambiar su vida a través del deporte y no con el dinero: “La gente siempre busca más de lo que necesita”, dice.

El cambio no fue fácil. Según cuenta Diego, quien vivía durante esa época con roommates, cuando salía a entrenar por las mañanas sus amigos recién llegaban de fiesta. “Recibí varios comentarios negativos. Algunas personas me decían ‘antes eras más divertido’. Pero yo me sentía bien. Mi objetivo dejó de ser la plata y se convirtió en ser feliz”

Su primer auspicio fue con The North Face. Actualmente lo apoyan Adidas, GoPro , Casa Andina y el centro de terapias físicas Equilibrio.

Pasión por el trail 

El deportista no solo es un aficionado al running. Diego se especializa en una disciplina que aún no es del todo conocida en el Perú: el trail running, un deporte que consiste en correr fuera de la pista atravesando montañas, cerros y montes en contacto directo con la naturaleza. “No sabía que ponía unir el deporte y la naturaleza de una manera tan increíble”, explica Diego, quien descubrió el trail cuando unos amigos lo invitaron a correr en Punta Hermosa.

Su primera ultra trail llegó en el 2016, cuando realizó el Desert Challenge Paracas 100K (un trayecto que inicia a las 5 de la tarde y finaliza a las 6 de la tarde el día siguiente). “Quedé en el puesto 13 en mi primera carrera de largo aliento”, recuerda. 

En la Laguna 69 en Huaraz.

Sin embargo, lo que realmente le apasionó del trail, fue la posibilidad de conocer el Perú a través de los senderos. Empezó con la Sierra Andina Marathon 2016, una ruta que atraviesa la Cordillera Blanca por el famoso Santa Cruz Trail -donde quedó en el segundo puesto de Lima- y continuó con la ruta de Choquequirao a Machu Picchu corriendo los caminos incas este año (más de 100 kilómetros con 6800 metros de subida). “Lo que más me gusta del trail es que los límites  los pones tú y este deporte solo te lleva a donde tus piernas lo permiten”. 

The running cuy

Cuando era pequeño, a Diego le decían cuy de tómbola por su hiperactividad. “¡Si no hiciera deporte ahorita estaría corriendo sin parar!”, explica. En honor a ese apodo, su fanpage se llama The running cuy: allí comparte los vídeos de sus viajes y entrenamientos. “Filmo todo mi recorrido porque mi idea es promocionar el turismo en el Perú”. Uno de sus sueños, además, es que el país se convierta en un punto de turismo deportivo en la región. “Mi idea es traer deportistas de todas partes del mundo para que puedan correr en el país. En Chile o Argentina, por ejemplo, el turismo de trail running está más desarrollado y se puede vivir de este deporte. Aquí aún no es rentable”, explica.

Para poder solventar sus gastos, Diego desarrolló -junto a un amigo de la universidad- una marca de cocina saludable. Come en casa ofrece comida casera que se puede descongelar en cualquier momento. “La comida mejora la calidad de vida de las personas y si invierten menos tiempo cocinando, tendrán más tiempo para hacer deporte”, cuenta Diego. 

A la par de su empresa y sus ganas de convertir el Perú en un país para deportistas, Diego quiere conocer el mundo corriendo. Ya se prepara para su próxima competencia, el Ultra Trail Harricana, en Canadá: 125 kilómetros que espera realizar en 15 horas el próximo 9 de septiembre. Esta carrera, que forma parte de las fechas del Mundial de Ultra Trail, es su primera competencia en el exterior. Actualmente viene preparándose para quedar entre los 20 primeros puestos. “No hay que olvidar que lo más importante que tenemos es el tiempo. Yo aprendí a disfrutarlo y a hacer las cosas que realmente me hacen feliz”, puntualiza.

Si Diego logra conseguir un buen puntaje en la carrera en Canadá, podrá clasificar a las siguientes fechas del Mundial de Ultra Trail.