El fundador de Miramax y The Weinstein Company, uno de los hombres más poderosos y temidos de la industria del cine, cayó estrepitosamente en los últimos días en medio de decenas de acusaciones de acoso sexual y violación.
Para cuando Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie entregaron sus declaraciones a The New York Times la semana pasada, alegando avances sexuales poco apropiados de parte de Harvey Weinstein, el futuro del productor ya estaba sellado. La suya ha sido la mayor caída que Hollywood haya visto en décadas, un monumental escándalo que involucra a uno de los hombres más poderosos –quizás el más poderoso de todos– en la industria del cine. En Hollywood, Weinstein no era simplemente un productor; era Dios, como lo llamó con agradecimiento Meryl Streep en un discurso al recibir uno de sus tantos galardones. En total, sus películas han ganado un récord de ochenta y un premios Óscar.
Weinstein también era conocido como un importante filántropo y un entusiasta recaudador de fondos para el Partido Demócrata. Su relación con los Clinton era estrecha. Malia, la hija mayor de Barack Obama, hizo una práctica de verano en la Weinstein Company. La debacle para Weinstein llegó cuando The New York Times, The New Yorker, Time y otros medios revelaron en días pasados un siniestro patrón de conducta que llevó al productor –casado con la directora creativa de Marchesa, Georgina Chapman, y padre de dos hijos– a acosar sexualmente a una cantidad desconocida –pero creciente– de actrices, modelos y asistentes.
Poco después de las primeras revelaciones en The New York Times, The New Yorker publicó un largo y aún más revelador artículo firmado por Ronan Farrow, hijo de Woody Allen y Mia Farrow, en el que se incluye el testimonio de tres mujeres que aseguran que Weinstein las violó o, al menos, las forzó a realizar diversos actos sexuales. Una de ellas es la actriz italiana Asia Argento, hija del célebre director Dario Argento y actual novia del chef Anthony Bourdain. Otra es la actriz Rose McGowan, quien acusó directamente a Weinstein de haberla violado en 1997, cuando ella tenía veintitrés años. Al cierre de esta edición, Weinstein se encontraba rumbo a rehabilitación para lidiar con “sus problemas”. Después de haber anunciado que se retiraría por un tiempo de su empresa, The Weinstein Company, fue despedido por el directorio que, en un comunicado oficial, señaló que desconocía las prácticas del productor.