Para algunos se trata de un derroche de proporciones monumentales mientras que para otros, se resume como parte del protocolo. Lo cierto es que ellas son verdaderos íconos de estilo y —por suerte y hasta el momento— tienen todo en sus manos para lucir impecables.
Recientemente, el armario de la reina Letizia ha sido blanco de críticas. Según Vanitatis, la esposa de Felipe VI habría destinado el 60% de su asignación anual en ropa, calzado y accesorios: nada menos que 80 mil euros. Aunque la cifra parezca exorbitante, el mismo medio advierte que se encuentra dentro del promedio si se compara con años anteriores.
Así, en 2015, en su primer año completo como reina, el monto alcanzó los 130 mil euros. Dicho año, Letizia lució por primera vez la tiara Princesa, valorizada en 50 mil euros.
En 2016, el total fue de 55,685 euros. Sin embargo, hay que precisar que aquel fue un año atípico para los reyes, ya que durante los primeros meses apenas acudían a actos oficiales debido a la situación política de su país. Finalmente, en 2017 el presupuesto se elevó a 95,926 euros.
Por su parte, el diario El Mundo ha registrado en su agenda 150 eventos oficiales —dentro y fuera de España—, en los que ha estrenado más de 160 piezas, muchas de ellas de lujo.
Asimismo, gran parte de los modelos que viste la madre de la princesa Leonor son diseños exclusivos de firmas como Carolina Herrera o Felipe Varela, confeccionados a su medida. No obstante, cabe señalar que se desconoce si todo el gasto del vestuario de la consorte proviene de su propio salario, si algunas prendas son obsequios o si los precios a los que ella compra son los mismos que el resto del público.
El caso británico
A diferencia de las celebridades, los miembros de la realeza británica tienen prohibido aceptar obsequios o préstamos gratuitos. Los modelos que la reina Isabel II y las demás integrantes de la familia real utilizan son comprados. Esto quiere decir que los looks con los que sorprende Meghan Markle desde que es duquesa de Sussex han sido comprados en su totalidad.
Givenchy, Dior, Oscar de la Renta, Chanel y Prada son algunas de las marcas de lujo que Markle ha llevado hasta ahora. Además de las creaciones originales de Clare Waight Kellar, autora de su inolvidable vestido de novia y el diseño que lució en su debut en Royal Ascot, cuyo precio ascendió a US$ 11 mil.
¿De dónde proviene el dinero que invierte en armario la esposa del príncipe Harry? Según informa Kensington Palace, del bolsillo de su suegro, el príncipe Carlos.
En julio de este año, The Daily Mail reportaba que de continuar invirtiendo en outfits tal porcentaje de dinero, a fin de año la cuenta de Meghan marcaría un millón de libras.
En contraste, Kate Middleton destaca por su increíble habilidad para mezclar vestuario high & low cost. Entre sus marcas favoritas encontramos a las inglesas Emilia Wickstead, Issa, Catherine Walker, Sarah Burton para Alexander McQueen, Jenny Packham, Alice Temperley y L.K. Bennett. Y si de accesorios se trata, no teme elegir joyas de fantasía de Zara por US$ 25.
Además, por su forma de elegir looks y repetirlos en distintas ocasiones, la duquesa de Cambridge se ha ganado el apelativo de «la ahorrativa Kate».
Por su parte, la soberana posee una fortuna personal de 350 millones de libras y recibe una partida de parte del Estado. Con tal peculio puede pagar sin problemas a su propio personal para que diseñe y confeccione prendas únicas a su gusto y medida.
Otras monarquías
Según Vanidades, en Dinamarca —país donde se pagan altísimos impuestos y ya se ha hecho sentir el malestar ciudadano por los gastos de la realeza provenientes de las arcas nacionales— la princesa Mary es una de las figuras más criticadas. Anualmente, la esposa del príncipe Federico recibe US$ 400 mil que destina a ropa y gastos personales.
Otra royal en el ojo de la tormenta por este tema es la reina Rania de Jordania. A la encumbrada representante de la mujer moderna del Medio Oriente se le conoce por su refinado gusto y predilección por modelos de Valentino y Armani.
Mientras que en Holanda, donde la familia real posee una cuantiosa fortuna, su manutención le cuesta al Estado más que ninguna otra en Europa: US$ 36 millones anuales. La reina Máxima —cuya casa de modas favorita es Natan y rara vez repite outfit— emplea US$ 400 mil en su ropa y la de sus hijas.
Entre tanto, en Mónaco, la princesa Charlene rara vez compra prendas de lujo. Carolina recibe la mayor parte de su ropa de gala gratis de Chanel, gracias a su amigo Karl Lagerfeld, y su hija Carlota, la obtiene de Gucci, firma de la que es imagen.