La duquesa de Cambridge y su abuela política volvieron a protagonizar un evento, siete años después de la última ocasión en la que fueron vistas sin ser escoltadas por la familia real. 

Con Meghan Markle preparándose para el nacimiento de su primogénito, la reina Isabel se encuentra pasando más tiempo de calidad junto a su otra nieta política. Si bien a lo largo del año hemos podido verlas juntas, esta es la primera ocasión en siete años que Kate Middleton acompaña a la monarca sin la compañía de su esposo.

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La primera vez que la pareja de royals fue vista en solitario fue en el año 2012, poco tiempo después de que Middleton y el príncipe William dieran el sí frente al altar. En esa ocasión, la duquesa de Cambridge acompañó a la reina en su visita a Leicester.

El evento formó parte del Queen’s Diamond Jubilee, celebración internacional que marcó el 60° aniversario de la ascensión de la reina Isabel II al trono de siete países, después de la muerte de su padre, el rey Jorge VI.

¿Conflicto en la familia real?

La última ocasión en la que la reina Isabel fue vista junto a una de las esposas de sus nietos, fue en junio del año pasado. La monarca, un mes después de la boda de los duques de Sussex, apareció en una visita a Cheshire. Esta vez, se encontraba junto a su nueva nieta política: Meghan Markle, .

Reina Isabel ll y Meghan en Cheshire, 14 de junio de 2018.

La ausencia de Middleton no pasó desapercibida. De hecho, han surgido gran cantidad de comentarios a raíz del poco tiempo que la monarca pasa junto a la duquesa de Cambridge. Algunos, incluso, sospecharon de una mala relación entre la pareja de royals, tras la llegada de Markle. Sin embargo, fueron solo suposiciones y su reciente aparición juntas demuestra lo contrario.

Recuperando el tiempo perdido

Siempre puntuales, la reina Isabel II llegó al King’s College, una de las universidades más importantes de Londres, para inaugurar oficialmente la Casa Bush.

El protocolo se cumplió al pie de la letra. La soberana fue la primera en abandonar su automóvil para que Kate bajara después y caminara en todo momento un par de pasos detrás de ella, sin acaparar la atención de los espectadores.

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Al salir del vehículo, los gritos de los visitantes ambientaron las calles inglesas. La pareja fue recibida, sin duda, con total admiración a las integrantes de la familia real.

A lo largo de la velada, la reina y Kate dieron un recorrido por las nuevas instalaciones. Además, se dieron el tiempo de conocer a jóvenes emprendedores que próximamente formaran parte del equipo de alumnado del lugar.

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Las sonrisas y gestos de cercanía entre ambas fueron notorios. Quizás, un reflejo de que su relación es más estrecha y saludable que nunca. “Ha sido muy generosa, he sentido que es una guía amable para mí”, narraba Kate. Ahora, no podemos esperar a ver nuevamente a nuestras royals favoritas. Solo nos queda ser pacientes y esperar a que su próxima cita sea en menos de otros siete años.