22 años después de que lo hiciera su difunta madre, Diana, princesa de Gales, el príncipe Harry recorrió un campo minado para exponer los estragos que estos artefactos provocan en las comunidades cercanas.
Con una visera protectora y armadura corporal, el príncipe Harry rindió un sensible homenaje a la labor altruista de su madre al caminar por una zona de minas en Angola, África, tal y como lo hizo la princesa Diana hace 22 años, en enero de 1997, con la finalidad de exponer los devastadores alcances que tienen estos artefactos en la personas de las comunidades cercanas.
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«Así como estos ríos se extienden por millas, este proyecto debe extenderse mucho más allá de Dirico. Fuera de los parques nacionales, gran parte de esta cuenca crucial también necesita ser limpiada de minas terrestres. Limpiar la cuenca hidrográfica completa requerirá un esfuerzo internacional. Todos los que reconocen la importancia inestimable de salvaguardar el paisaje natural más intacto de África deben comprometerse plenamente con esta misión », explicó, visiblemente conmovido.
Al escribir sobre la visita en Instagram, Harry y Meghan comentaron: «El duque se siente honrado de visitar un lugar y una comunidad que eran tan especiales para su madre y reconocer su incansable misión como defensora de todos aquellos que sentía».