El futuro rey de Inglaterra pasa por un mal momento con las crisis familiares ocasionadas por los príncipes Andrew y Harry
Por Redacción COSAS
Como futuro monarca del Reino Unido, el príncipe Charles ha comenzado a tomar un lugar cada vez más preponderante detrás de la reina Elizabeth II. Convencido de la necesidad de alinear a la monarquía británica en el mismo horizonte que sus otros pares de Europa, él ha sido un impulsor de reformar la Casa de Windsor a un nivel más pequeño y racionalizar los gastos. Paradójicamente, los últimos acontecimientos le han ahorrado esfuerzos en ese empeño, pero con el fatídico costo del escándalo y el desprestigio en el entorno real.
Andrew: la sombra del escándalo
El primer golpe le vino por el lado de su hermano menor. La estrecha amistad del príncipe Andrew de York con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, quien se suicidó en prisión a la espera de un juicio por abusos sexuales y trata de menores, lo puso en un serio entredicho. Sobre él pesan acusaciones de abuso que no ha podido desmentir a la luz de los testimonios y pruebas acumuladas, viéndose obligado a renunciar a sus deberes reales. El proceso sigue en marcha y con un candidato al trono menos en el camino en medio de un escándalo que ha manchado a la realeza.
El príncipe Andrew renunciará a su cargo público debido a su asociación con Jeffrey Epstein
Harry, el disidente
Entre los deseos de su esposa, Meghan Markle, y la lealtad hacia la reina Elizabeth II, el príncipe Harry le dio una estocada al orgullo monárquico al romper los protocolos y anunciar junto a su esposa el alejamiento de los deberes reales de ambos. ¿El detonante? La mala relación de la pareja con la prensa local y la poca empatía de la duquesa de Sussex con la estricta etiqueta de los Windsor. El comunicado de marras, no fue consultado previamente a la reina y obligó a una reunión entre las cabezas de la Familia Real para pactar los términos de semejante pedido.
En conclusión
En dicho panorama, la nobleza pierde representatividad con la salida de Andrew y Harry de la línea sucesoria. Así, veremos a menos miembros de la realeza de alto rango al momento de encabezar los eventos nacionales, disminuyendo su participación en la inauguración de hospitales, en la ayuda para recaudar dinero para causas benéficas y con menos fondos para los que quedan. En este contexto de quiebre anímico (ahondado por el alejamiento entre los príncipes William y Harry), el historiador y autor real Hugo Vickers, ha hecho saber que Charles de Gales puede equivocarse en su idea de reducir la monarquía. La familia extendida en realidad proporciona una ayuda sustancial. “Creo que es muy imprudente porque otros miembros de la familia real ayudan con muchas cosas que el monarca no puede hacer. Pronto descubrirá que necesita ayuda”, concluyó.