Este 2 de junio se cumplen 67 años de la coronación de Elizabeth II, la reina más longeva de Europa y la que por más años ha ocupado el trono británico en la historia. No obstante, este aniversario llega en un momento crítico para la monarquía: además de la pandemia del coronavirus que la mantiene confinada, la soberana se encuentran en el ojo de la tormenta a causa del escándalo sexual del pederasta Jeffrey Epstein.
Por Redacción COSAS
El 2 de junio de 1953 el mundo fue testigo de un hecho histórico al celebrar la coronación de Elizabeth II como reina de Inglaterra, quien, como todos saben, a sus 94 años continúa en el trono. La ceremonia, que requirió más de un año de preparación, se realizó en la abadía de Westminster, y supuso todo un acontecimiento al ser retransmitida por televisión. Aquella fue la primera vez que se pudo ver en directo un acto de tal envergadura.
Sin embargo, este año, a diferencia de los anteriores, el aniversario de la soberana pasará casi inadvertido. Más allá de recibir los saludos de la Familia Real británica a través de las redes sociales, se sabe que la madre del príncipe Charles permanecerá en aislada en el castillo de Windsor por tiempo indefinido. Esta vez no presidirá el tradicional desfile militar en su honor.
El Trooping the Colour fue cancelado por la pandemia del coronavirus, pero debido al revuelo mediático que ha generado la difusión de la lista negra de Jeffrey Epstein, y que ha salpicado a la realeza, tal parece que su retiro del ojo público es lo más estratégico en este momento.
Familia en apuros
El pasado 31 de mayo, no se hablaba de otra cosa en Twitter. Anonymous, la organización creada en 2003 con el fin de sacar a la luz supuestas informaciones confidenciales, reveló presuntos actos de corrupción del gobierno de los Estados Unidos así como una serie de presuntos crímenes, como el que habría sufrido la princesa Diana de Gales. A través de la cuenta OpDeathEaters, el grupo de hackers sostuvo que Lady Di habría sido asesinada por la realeza británica y que, por tanto, su fallecimiento a finales de agosto de 1997 no fue un accidente.
Aunque el escrito de Anonymous fue borrado posteriormente, muchos usuarios lograron hacer capturas. Según el escrito, el príncipe de Gales habría mantenido a un ayudante real pese a ser consciente de sus presuntas violaciones. De acuerdo con la versión de la organización, la realeza británica habría decidido quitarle la vida a la madre de los príncipes William y Harry para impedir que revelase este caso de tráfico sexual de niños que, supuestamente, involucraba a los Windsor.
De acuerdo con Anonymous, el agente británico John Hopkins habría confesado el asesinato (junto con otros que acometió entre 1973 y 1999) justo antes de morir. Hopkins dijo que «la princesa Diana era la única mujer que mató y agregó que era el único objetivo cuya orden provenía directamente de la familia real». La teoría también sostiene que el agente se sintió contrariado sobre su muerte, pero solo obedecía una orden directa de Philip de Edimburgo. «Tenía que parecer un accidente», reza el escrito, porque Diana «sabía demasiados secretos» sobre la Corona británica.
Around the time of her death, Diana was visiting hospitals and care homes Jimmy Savile was preying on at all hours of the night, consoled Elm Guest House victims, and recorded palace rape victim testimony.
Receipt: https://t.co/hSHAPGB8lv https://t.co/yz3ZqIDoLJ
— Anonymous (@YourAnonCentral) May 31, 2020
¿Más fuerte que nunca?
A esto se suma el reciente estreno del documental de Netflix «Jeffrey Epstein: Filthy Rich», donde aparece Virginia Giuffre, una de las víctimas del pedófilo, quien afirma que a los 17 años la obligaron a tener relaciones sexuales con el príncipe Andrew, acusación que él niega pero que ha tenido repercusión en su estatus. Como se recuerda, en noviembre del año pasado, el duque de York tuvo que abandonar la vida pública debido a la controversia.
Curiosamente, el mismo día en que arremetieron los hackers, el Palacio de Buckingham compartió unas instantáneas en las que se observa a la reina Elizabeth II disfrutando de la tranquilidad del campo. Como buena amante de la equitación, la monarca luce muy cómoda durante un relajante paseo en pony.
El compañero de la monarca es nada menos que Fern, un caballo de raza Fell Pony de 14 años, originario del norte de Inglaterra. Uno de los treinta equinos que posee y presumiblemente, uno de sus favoritos. «Su majestad ha disfrutado cabalgando desde la infancia y está estrechamente involucrada con el bienestar de los caballos que posee para criar, montar y competir», describe la publicación de Instagram.
En las imágenes se le puede ver usando el clásico pañuelo sobre su cabeza que ya es una costumbre arraigada en sus expediciones campestres. Todo indica que, lejos de la tensión mediática, la reina se fortalece. A sus 94 años resulta increíble verla en tan buen estado físico y enfrentando escándalos de proporciones monumentales.
Fotos: @theroyalfamily