De ser arrestado, la reina Elizabeth II podría dejar fuera de la Orden de la Jarretera a Juan Carlos de España. En ese caso, el rey emérito compartiría el deshonor con Hirohito de Japón y Vittorio Emanuele III, expulsados por su participación en la Segunda Guerra Mundial.
Por Redacción COSAS
Hace una semana se supo que Juan Carlos I se marchaba de España en medio de acusaciones de enriquecimiento ilícito. Ahora todo parece indicar que su decisión traerá consigo importantes repercusiones. Una de ellas tiene que ver directamente con la Casa Real británica.
El «Daily Mail» publicó el último martes que la reina Elizabeth II contemplaría la posibilidad de retirar a Juan Carlos I de la Notable Orden de la Jarretera, un reconocimiento que se otorga a los caballeros y damas como un regalo especial de la monarca. Esta condecoración la componen apenas 24 afortunadas personas, entre amigos e integrantes de la Familia Real.
Actualmente, el rey Felipe VI y don Juan Carlos tienen la distinción que, además, se entrega de manera vitalicia. No obstante, debido al escándalo que relaciona la fortuna del otrora soberano español con el lavado de activos, la madre del príncipe Charles tiene la facultad de retirarla. Cabe señalar que esto se haría efectivo si el emérito volviera a España y fuera arrestado.
No es el único
De tomar tal determinación, Juan Carlos I no sería el primero al que se le retirara este honor. El emperador Hirohito de Japón fue expulsado de la orden después de que su país entrara en la Segunda Guerra Mundial como rival del Reino Unido. Sin embargo, unos años después, la reina Elizabeth II lo volvió a reconocer como miembro de la Notable Orden de la Jarretera en 1971, cuando las secuelas del conflicto de la guerra ya habían terminado.
Similar situación vivió el rey Vittorio Emanuele III de Italia, quien también perdió la distinción, pero no tuvo la fortuna de que se la devolvieran. Entre tanto a Wilhelm II de Alemania le revocaron la orden porque su país era enemigo de Reino Unido cuando estalló la Primera Guerra Mundial. Lo mismo ocurrió con el emperador Francisco José I de Austria cuando inició dicho conflicto bélico.
Como se sabe, la soberana de los ingleses concedió la honorable distinción al rey Juan Carlos I durante una visita de Estado a España, en 1988. En aquel entonces apenas tenía 13 años en el trono. Un año después se llevó a cabo la ceremonia de investidura en la Capilla de St. George, en el Castillo de Windsor.
Durante la ceremonia, el emérito usó un traje de terciopelo azul marino, un sombrero con pluma de avestruz y el escudo de St. George. La indumentaria incluyó una liga de color azul, símbolo de la orden que los hombres llevan debajo de la rodilla izquierda, mientras que las mujeres lo lucen el brazo.
Fotos: @marinaeip