El icónico vestido de Kate Middleton fue creado en secreto por un equipo de 50 personas.
Por Redacción COSAS
El impresionante vestido de novia de Kate Middleton pasará a la historia como un ícono de la moda. Sin embargo, el vestido que usó un día como hoy hace 10 años, no apareció de la noche a la mañana. Chloe Savage, la bordadora del vestido de la Duquesa, reveló a People como fue el proceso de inicio a fin.
Lo que no se ve en la boda
«Kate tuvo su última prueba en el salón de Sarah Burton (diseñadora de Alexander McQueen) temprano en la mañana el día antes de su boda», recuerda Savage. Consciente de la tendencia de las novias a bajar 7 libras antes de una boda, Chloe y su equipo tuvieron que trabajar extra. Y es que, no todos los días se confecciona un vestido que será visto por billones de personas desde todos los ángulos posibles.
«Estábamos todos sentados alrededor del estudio a las nueve esperando que el vestido regresara con los ajustes finales», continúa Chloe. «Todavía no habíamos terminado el encaje en las costuras. Teníamos la mayor parte en el vestido, pero habíamos dejado el encaje suelto en la costura para acomodarlo al final».
«Teníamos el vestido terminado alrededor de las 9 p.m. (del día previo a la boda), pero todavía estábamos ajustando el cordón de los zapatos hasta las 10 p.m.», agregó Chloe. «Alrededor de las 10 p.m., Sarah Burton hizo su inspección final, luego empaquetamos todo cuidadosamente y se lo entregamos al chico que acompañaba el vestido a Kate. ¡Luego fuimos a un pub a tomar una copa!».
Así, la fortuna le sonrió ese día a Savage y su equipo de 50 personas. El vestido de encaje Chantilly de Kate necesitó muy pocas modificaciones de última hora. El trabajo secreto meses previos a la boda fue un éxito y el resultado final hasta el día de hoy se mantiene vivo en nuestras memorias.
Realización profesional y personal
Terminado el trabajo, Savage tomó el último tren a casa y se despertó a la mañana siguiente para ver la boda en la televisión con su hija. «Ella no sabía lo que había estado haciendo durante meses y estuvo muy emocionada cuando le dije que mamá había vestido a una princesa», contó Chloe.
“Ese día, fue un caso de ‘¡Oh, gracias a Dios, lo hemos logrado!’ pero también con un increíble sentido de orgullo», añadió. «Y también un poco de sorpresa, porque en realidad, ¡no te das cuenta del todo en lo que has estado trabajando hasta que ves las fotos de Kate en todas las pantallas de televisión, periódicos y sitios web!»
Chloe Savage.
Diez años a la fecha, Savage aún recuerda con cariño su trabajo. Si bien en su momento debió guardar silencio, el vestido y su labor ahora viven inmortalizados en Palacio de Buckingham. «Cuando estábamos haciendo el vestido, tuvimos que mantener todo en secreto. Pero debo confesar que puede que haya enviado un mensaje de texto a algunos amigos durante la ceremonia para decir ‘¡Por cierto …!». Y no la podemos culpar, no todos los días se confecciona el vestido de una princesa.
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