La esposa del príncipe Harry, Meghan Markle, fue denunciada por orquestar una supuesta campaña para difamar y destruir la reputación de su familia.
Por Gabriela Peña
La duquesa de Sussex fue acusada por su hermana mayor, Samantha Markle, de difundir “mentiras manifiestamente falsas y maliciosas” al decir que era “hija única” a una “audiencia mundial” durante la entrevista que concedió hace dos años a Oprah Winfrey.
Además, la demanda señala que “orquestó una campaña para difamar y destruir la reputación de su hermana y su padre”. Eso se hizo, según Samantha, para someterla a una “humillación, vergüenza y odio a escala mundial”. Por todo ello le exigió a través de una demanda 70.000 euros.
Meghan Markle absuelta de batalla legal
No obstante, la justicia le ha dado la razón a la duquesa. La jueza Charlene Edwards Honeywell, del Estado de Florida (EE UU), archivó dicha demanda argumentando que Meghan expresó “una opinión sobre su infancia y su relación con su media hermana” y, que al ser un sentimiento sobre cómo vivió su niñez, “no podía demostrarse que era falsa”.
“El tribunal determina que la declaración de la acusada no es objetivamente verificable ni está sujeta a pruebas empíricas. La demandante no puede refutar plausiblemente la opinión de la demandada sobre su propia infancia”, expresa la resolución.
Samatha Markle, también afirmó que el libro Finding Freedom, escrito por periodistas afines a la pareja real incluía “declaraciones falsas” sobre ella. Uno de los problemas es que la denuncia constaba de 10 puntos y siete de ellos correspondían al libro, que ni siquiera fue escrito ni publicado por la esposa del príncipe Harry. Por ende, la jueza también ha desestimado la denuncia al no poder probar que Meghan interviniera en el contenido del ejemplar.
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