La festividad llega en un momento delicado para la familia real, enfocado en  la mezcla de alegría infantil del príncipe Louis y la preocupación por Kate.

Por Daniella Bejarano

El 23 de abril marca un hito en la joven vida del príncipe Louis de Gales, que celebra su sexto aniversario en un contexto familiar complicado y lleno de desafíos. Louis, el hijo menor del príncipe William y Kate Middleton, encuentra este año su celebración teñido por la lucha de su madre contra una grave enfermedad que la ha alejado del ojo público y de sus obligaciones reales.

La princesa de Gales, siempre protagonista en las celebraciones de sus hijos por su tradición de capturar y compartir sus crecimientos a través de la fotografía, podría este año estar ausente detrás de la cámara debido a su batalla contra el cáncer. Esta situación ha cambiado los planes usuales de la familia y ha puesto un velo de incertidumbre sobre las festividades habituales.

El príncipe Louis, conocido por su carisma y su comportamiento espontáneo, se ha ganado el corazón del público desde muy pequeño. Durante el Jubileo de Platino de la reina Elizabeth II, Louis se destacó por su autenticidad y su capacidad para robarse el show con sus gestos y expresiones, desempeñando un papel inocente, pero impactante en los grandes eventos familiares.

Louis

Louis hizo muecas cuando su madre, Kate Middleton, se inclinó para hablar con él.

Sin embargo, las recientes preocupaciones sobre la salud de Kate han llevado a un replanteamiento sobre la exposición de Louis a la vida pública. El cuidado con que sus padres manejan su aparición en los medios refleja un esfuerzo por preservar la normalidad en su infancia, a pesar de las circunstancias extraordinarias que rodean a la familia.

Un cumpleaños diferente

La intimidad de Louis, descrita por su madre como llena de energía y juegos, ofrece un contraste con su rol público. Kate ha compartido en ocasiones cómo después de la escuela, Louis disfruta del aire libre para liberar su energía, una ventana hacia la dinámica familiar y la vida cotidiana en su hogar.

El príncipe William y Kate han mostrado una preferencia por mantener a Louis y a sus hermanos en un entorno lo más normalizado posible. Deciden cuidadosamente cuándo y cómo aparecen sus hijos en público, y los cuidan especialmente en momentos de tensión mediática o dificultades personales.

El sexto cumpleaños del querubín de los Gales, aunque marcado por estos retos, sigue siendo un momento de celebración que subraya la fuerza y la unidad de la familia real en tiempos de adversidad. La atención que genera este joven príncipe promete continuar mientras crece bajo el ala protectora de sus padres y se adapta a su papel en una de las familias más emblemáticas y escrutadas del mundo.

Así, el cumpleaños de Louis no es solo un recordatorio de su crecimiento personal, sino también de la resiliencia y adaptabilidad de la familia real frente a las pruebas, manteniendo la tradición y el compromiso con su papel público, incluso en los momentos más difíciles.

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