Como el único hijo varón de los príncipes Fumihito y Kiko de Akishino, la continuidad de la familia real japonesa recae en su responsabilidad de procrear un heredero
Por Redacción COSAS
El futuro de la monarquía más antigua del mundo, la familia imperial japonesa, ha recaído completamente en el joven príncipe Hisahito. Su nacimiento, hace 18 años, puso fin a una crisis sucesoria que generó un gran debate sobre la reforma de la ley imperial para permitir que las mujeres pudieran ascender al trono, luego de que la población esperara durante cuatro décadas un heredero varón.
Nacido el 6 de septiembre de 2006, Hisahito es hijo del príncipe heredero Fumihito, hermano del actual emperador Naruhito. Su llegada fue un alivio para la familia imperial, ya que hasta ese momento solo las princesas como Aiko, hija del emperador, quedaban como opción para la sucesión, algo impensable según las normas actuales. El debate sobre permitir que las mujeres accedan al trono quedó entonces archivado.
Hisahito ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión, y es probable que, por la edad de su padre, acabe saltándolo y suceda directamente a su tío, el emperador Naruhito. Con el joven príncipe acercándose a su mayoría de edad, se espera que comience a asumir un papel más visible en la vida pública, dejando atrás los años de escasa exposición mediática.
Su nueva vida bajo el ojo público
De manera paulatina, el príncipe Hisahito ha comenzado a aparecer en eventos oficiales. Recientemente, acompañó a sus padres a la inauguración de un congreso sobre gusanos de seda, una actividad muy apreciada por la familia imperial. Esta es solo una muestra de cómo el príncipe empieza a tomar más responsabilidades en la agenda oficial, preparándose para el futuro que le espera como figura clave en la monarquía japonesa.
Actualmente, el príncipe Hisahito estudia en la secundaria de la Universidad Tsukuba y se espera que finalice sus estudios en 2025. Será entonces cuando la familia imperial celebre su mayoría de edad con una ceremonia formal, siguiendo la tradición de otros miembros masculinos de la familia, momento en el que recibirá su primera corona y será presentado oficialmente como futuro emperador.
Un futuro cargado de expectativas
El peso de la continuidad de la dinastía imperial recae sobre los hombros de Hisahito. Las princesas de la familia no pueden heredar el trono ni producir herederos legítimos, lo que significa que el futuro de la monarquía dependerá de que Hisahito tenga un hijo varón. Su prima, la princesa Aiko, y su hermana, la princesa Kako, no tienen derecho a suceder en el trono, y su otra hermana, Mako, perdió su estatus al casarse con un plebeyo.
En caso de que Hisahito no tenga hijos varones, la familia imperial podría enfrentarse a una crisis de extinción, lo que ha reavivado el debate sobre una posible reforma de la ley imperial. Entre las opciones discutidas está la posibilidad de reconocer a los hijos de las princesas como herederos legítimos o permitir que las mujeres puedan reinar, aunque este último punto genera rechazo entre los sectores más conservadores de la sociedad japonesa.
Por ahora, además de Hisahito y su padre Fumihito, solo queda un varón en la línea de sucesión: Masahito, el tío del emperador, de 89 años. Esto convierte a Hisahito en la única esperanza viable para mantener viva la dinastía.
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