Bautizada como Idol’s Eye, porque se creía que era el ojo de una deidad, la piedra preciosa de 70,21 quilates está valorizada en 24 millones de euros y es la protagonista una batalla legal en el centro de la familia real de Qatar. 

Por: Redacción COSAS

Un diamante azul de 24 millones de euros es el centro de la disputa legal dentro de la familia real de Qatar. El paradero actual de la piedra preciosa es la casa londinense del fallecido ministro de Cultura qatarí, el jeque Saoud bin Mohammed Ali Al-Thani. Sin embargo, el primo de quien fuera el propietario, el también jeque Hamad bin Abdullah Al-Thani, ha hecho un pedido legal para poder comprarla. 

La gema, también llamada Idol’s Eye porque se creía que era el ojo de una deidad, tiene una historia que se remonta al siglo XVII. Se presume que fue encontrada en las minas de Golconda, en el sur de la India, y que el 34° sultán otomano Abdul Hamid II la compró en una subasta.

Idol's Eye

El diamante Ido’ls Eye fue exhibido con un collar cuando era propiedad de Harry Wilson.

Después de que un sirviente lo traicionó y vendió el diamante, este pasó a manos de un aristócrata español y luego fue comprado por el joyero estadounidense Harry Wilson, más conocido como el “Rey de los diamantes”.

Finalmente, el jeque Saoud adquirió la piedra por 7 millones de libras en 2004. De acuerdo a Vanity Fair, el abogado de la empresa Elanus, Sa’ad Hossain KC, dijo que era una de las piezas que más orgullo le daba a su antiguo propietario y que es de “especial importancia personal para su esposa, Sheikha Amna”.

¿Cuál es la disputa legal de la familia real qatarí?

El acaudalado jeque Hamad bin Abdullah Al-Thani reclamó, ante el Alto Tribunal británico, que tiene derecho a comprar el diamante azul por 10 millones de dólares, una cifra menor al valor actual que tiene la pieza. 

Colección

El jeque Hamad fundó el Al Thani Collection, uno de los espacios culturales más prestigiosos por tener piezas de civilizaciones de todo el mundo.

Uno de los argumentos señala que la familia del fallecido jeque Saoud bin Mohammed Ali Al-Thani intentó venderla en 2020. Sin embargo, los Al-Thani han señalado, a través de sus abogados, que la situación no sucedió de esa manera.

Indicaron que fue iniciativa de un solo miembro de la familia real y que no tenía el consenso para llevarlo a cabo. Según Vanity Fair, habría sido el hijo Hamad bin Saoud Al-Thani quien quiso vender la piedra preciosa para financiar proyectos inmobiliarios, sin consultar a sus parientes.

Mientras se resuelve la disputa legal, el Idol’s Eye está en manos de una Fundación y los beneficiarios directos son la viuda del antiguo ministro de Cultura qatarí y sus hijos. 

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