Los príncipes de Gales viajaron a Escocia durante la fecha de su aniversario de bodas. Para conmemorar la ocasión, los esposos subieron una foto de su tiempo en la isla de Mull.
Por Redacción COSAS
El príncipe William y Kate Middleton se encuentran esta semana en la isla de Mull, Escocia, un lugar cargado de significado para ambos. Fue allí, mientras eran estudiantes en la Universidad de St Andrews, donde se conocieron, forjaron una amistad y, con el tiempo, se enamoraron. Coincidiendo con su decimocuarto aniversario de bodas, los príncipes de Gales compartieron una fotografía que captó la atención del público: una imagen de espaldas, abrazados ante el sobrecogedor paisaje de las Hébridas Interiores.

Kate y William se casaron el 29 de abril de 2011.
Recordando el aniversario
La escena, que transmite calma y complicidad, aparece como un testimonio visual de la solidez de su vínculo. En un año especialmente complejo para la familia, marcado por el diagnóstico de cáncer de la princesa de Gales, este gesto parece reafirmar la fortaleza de su relación. Tras meses difíciles, en los que William se volcó en acompañar a su esposa durante el tratamiento, Kate finalizó la quimioterapia y encara esta nueva etapa con esperanza.
El reinado de Carlos III trae consigo una nueva sensibilidad comunicativa dentro de la monarquía británica. Las rígidas formas del pasado dieron paso a una relación más cercana con el público. En este contexto, los príncipes de Gales han sabido conectar desde un lugar más humano, mostrando no solo su faceta institucional, sino también la personal. Esta fotografía, firmada por ambos con un escueto pero cálido mensaje –“Es maravilloso estar de vuelta en la isla de Mull. Gracias a todos por esta cálida bienvenida. W & C”–, es prueba de ello.

Los príncipes estuvieron por dos días en la isla de Mull.

En la mano izquierda de la princesa se puede ver el reloj asomándose por la manga.
Una travesía personal
El viaje también estuvo lleno de pequeños gestos simbólicos. Kate ha vuelto a lucir el reloj Cartier Ballon Bleu que Guillermo le obsequió en 2014, al cumplirse tres años de matrimonio. La pieza, que combina elegancia con precisión artesanal, había estado ausente de sus apariciones públicas recientes, y su reaparición no parece casual.
La visita a Escocia fue, más que un compromiso oficial, una travesía personal. Los duques de Rothesay, como se les conoce en tierras escocesas, han vuelto al punto de partida. Desde aquellos años universitarios hasta la boda real en 2011, pasando por la pedida de mano en Kenia, su historia ha estado marcada por momentos clave vividos juntos. Este viaje fue, sin duda, una oportunidad para hacer balance y celebrar, discretamente, su recorrido compartido.
Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS .