La ceremonia religiosa entre Erasmo Wong y Marisol Allemant, se llevó a cabo en una iglesia colmada de familiares y seres queridos. A su término, los nuevos esposos recibieron, emocionados, la bendición del papa Francisco, enviada desde el Vaticano. Recordamos este emocionante enlace que se dio lugar el pasado 19 de octubre, pero que por primera vez publicamos hoy.
Fotos de Equipo de revista COSAS
La iglesia de Nuestra Señora del Pilar estaba totalmente llena. En el rostro de los presentes se notaban las expectativas por el ingreso de la novia y, en el altar, Erasmo esperaba a Marisol. Mientras tanto, en las primeras filas todos sus sobrinos, desde los más grandes hasta los bebés, quienes asistieron vestidos de manera impecable para la ocasión, también esperaban ansiosos.
La ceremonia religiosa
Una vez reunidos los hoy esposos, el ambiente se llenó con la música en vivo de Isabella Pennano y Sebastián Llosa. Las lecturas estuvieron a cargo de los amigos cercanos y los familiares de la pareja, quienes recordaron momentos del inicio de este amor y les desearon lo mejor para el futuro en su vida conyugal.
La misa fue celebrada por monseñor Raúl Chau, amigo de la familia, quien bendijo a los novios y, a su vez, les explicó que “el camino a recorrer no será fácil, pero que, mientras este vaya acompañado de comprensión y la voluntad de seguir amándose, como indica el santo sacramento del matrimonio, tendrán el apoyo de nuestro Señor”. Luego de darse el sí, monseñor Chau compartió la bendición del papa Francisco, quien la envió desde la Santa Sede.
La ceremonia civil tuvo lugar el 19 de octubre, una semana antes de la religiosa. Fue una pequeña reunión familiar. La gran celebración se llevaría a cabo después de la boda. Marisol es de carácter sereno y está muy enfocada en sus propósitos, así que, con un año de antelación, poco después de que se comprometiera con Erasmo, se encargó de separar la iglesia y comprar su traje de novia. El vestido, diseñado por Vera Wang, fue elegido a primera vista, ya que se adecuaba perfectamente a la elegancia y la simpleza de su estilo.
La recepción
Antes de llegar a la fiesta, la pareja dio el recorrido de rigor tomándose fotos para el recuerdo y dando tiempo para que los más de ochocientos invitados pudieran llegar hasta el lugar de la recepción en La Molina.
“Queríamos un matrimonio verde, lleno de árboles”, cuentan Marisol y Erasmo. “Esa fue la razón por la que escondimos las columnas con follaje y los toldos pasaban en altura las copas de los árboles. Intentamos hacer todo lo más acogedor posible, por lo grande que era el espacio y el número de amigos y familiares que incluso llegaron desde el exterior. La mesa de dulces fue colocada a manera de decoración en el ingreso, que era un largo túnel totalmente cubierto de follaje.
Te recibían las plantas, los árboles y las flores. Todo como en un cuento de hadas”. Después de la inolvidable celebración, los recién casados pasaron su luna de miel en Kenia y las islas Seychelles.
A continuación, algunos de los momentos más alegres