Harry y Meghan Markle quieren involucrar al público general en la celebración de su matrimonio. Sin embargo, muchos de los invitados a los jardines del Castillo de Windsor no están de acuerdo con que no se les ofrezca comida.

El príncipe Harry y Meghan Markle han invitado a 2,640 «miembros del público» para que asistan a la llegada de los novios el día de su boda, el 19 de mayo, así como al paseo en carroza después de la ceremonia. Sin embargo, los afortunados que verán a los novios desde los jardines del Castillo de Windsor deberán llevar su propia comida. El Palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Harry, precisó que ese día solo se servirá un refrigerio ligero. 

Algunas personas se han mostrado sorprendidas y en contra de la noticia. Se preguntan cómo es posible que la gente tenga que llevar su propio refrigerio cuando la familia real tiene tanto dinero. 

Entre los invitados se encuentran ciudadanos de todo el Reino Unido, como jóvenes líderes y personas que hayan servido a su comunidad. Por ejemplo, Amelia Thompson (12), sobreviviente del atentado terrorista durante el concierto de Ariana Grande en Manchester en mayo del año pasado, y Philip Gillespie (30), veterano del ejército británico que perdió su pierna derecha en una explosión durante una misión en Afganistán.

Además, están invitados 200 miembros de organizaciones caritativas apoyadas por la pareja de novios, 610 personas de la comunidad de Windsor, un centenar de alumnos de las escuelas de los alrededores y 530 empleados de la Casa Real.

Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su compromiso en noviembre del año pasado, dijeron que harían lo posible para involucrar al público general a su boda. «Ellos quieren que el día de su boda permita a los miembros del público sentirse parte de las celebraciones también», indicó el Palacio de Kensington. 

El príncipe Harry and Meghan Markle anunciaron oficialmente su compromiso en el Palacio de Kensington.

El Palacio Real anunció que 600 personas están invitadas a la ceremonia de boda entre el príncipe Harry y Meghan Markle, a celebrarse en la capilla de San Jorge, así como al almuerzo de recepción que brindará la reina Isabel II.

Entre los invitados no figura el matrimonio Obama ni el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Al no tratarse de la boda de un heredero directo al trono británico, la lista de invitados es mucho más flexible.